ELECCIONES EN ARGENTINA
¿Hay o no segunda vuelta? La gran pregunta en las vísperas de los comicios
Según la mayoría de los sondeos Sciole está muy cerca de imponerse el domingo pero el margen de error puede cambiar el escenario
Las elecciones presidenciales argentinas pondrán mañana a prueba la eficacia de los encuestadores que, a su manera, también compiten por ver quién acierta en sus pronósticos. Buena parte de los sondeos ubican al neokirchnerista Daniel Scioli apenas por encima de la barrera del 40% de los votos. Pero el conocido “margen de error” los llama a la mesura. Ninguno descarta de plano una segunda vuelta el 22 de noviembre entre Scioli y, seguramente, el alcalde capitalino, Mauricio Macri. Los encuestadores han observado en las últimas horas un leve crecimiento de Macri, en desmedro de Sergio Massa, el peronista disidente que se ubica en tercer lugar en las preferencias. Todo eso se sabrá recién cuando termine la larga noche del domingo. Serán horas de expectativa y previsible tensión.
La reforma constitucional de 1994 indica que, para acceder a la presidencia, el candidato debe alcanzar el 45% de los votos. Será también vencedor en caso de que llegue al 40% de las adhesiones y se mantenga a 10 puntos de distancia. Además de presidente y vice, se eligen 24 senadores nacionales, 130 diputados nacionales y 19 parlamentarios del Mercosur. Tanto el Frente para la Victoria (FPV), en el poder, como sus adversarios, saben que, gane quien gane la contienda, encontrará un parlamento con una nueva correlación de fuerzas y lo obligará a mayores consensos que los buscados por Cristina Fernández de Kirchner.
PARECIDOS Y DIFERENCIAS
La campaña electoral terminó sin mayores apasionamientos. Scioli prometió bajarle impuestos a la clase media. Macri llamó desde la provincia de Córdoba, la tercera del país, a un“Cordobazo” en las urnas. El “Cordobazo” fue, en 1969, una fuerte protesta obrera y estudiantil que puso de rodillas a una dictadura militar. Fue el germen de los movimientos de izquierda política y armada que actuaron en el país una década más tarde. El “Cordobazo” que propuso Macri tiene, en cambio, una impronta de centro derecha. El alcalde, abanderado de la coalición Cambiemos, se esforzado no obstante en mostrarse como un defensor de la diversidad y el diálogo que no llega al poder para erradicar los beneficios que sectores humildes adquirieron en los últimos 12 años. “No voy a sacarle la ayuda a nadie; ni ver el mundo como un enemigo, ni cambiar lo que se hizo bien”, garantizó.
Massa también se ha ubicado en ese espacio ideológico de centro derecha: prometió mano dura en materia de seguridad, militarizar las fronteras para combatir el narcotráfico y hasta la pena de muerte. Scioli no es muy distinto a ellos: lo que lo diferencia la estructura que lo sostiene: es el heredero de Fernández de Kirchner y sus seguidores lo votaran incluso a desgano. El director de la Biblioteca Nacional, y uno de los principales intelectuales del kirchnerismo, Horacio González, aseguró que optará por el actual gobernador bonaerense con el corazón “desgarrado”. Una suerte de mal menor.
TENSIONES DE ÚLTIMA HORA
Los candidatos se han llamado a silencio, pero la discusión política de los argentinos continúa en las redes sociales, el espacio más áspero de la confrontaciones y, también, en otros ámbitos. El canciller Héctor Timerman rechazó ayer una audiencia convocada en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para tratar la “situación de la independencia judicial en la Argentina”. Timerman dijo que esa reunión es “inaceptable, inadmisible e improcedente”en medio de la veda electoral. Se trata, a su criterio, de “una burda operación político-mediática para interferir en el proceso electoral argentino”. La vinculó con el diario Clarín, que desde 2008 se convirtió en el principal impugnador del Gobierno.
Cambiemos, en tanto, ha cuestionado el dispositivo electoral diseñado por el Estado. El director de la Dirección Nacional Electoral, Alejandro Tullio, le pidió a esa coalición “buena fe” después que decidiera que sus fiscales repartan las papeletas con el nombre de Macri en varias localidades de la provincia de Buenos Aires, el principal distrito del país. Cambiemos dijo que el Correo suele “perder” boletas y que los galpones donde las guardan pueden ser, en algunos lugares “caóticos”. Scioli conminó a sus rivales a no poner excusas y respetar la“voluntad popular”.