Interior alerta de que existe «un alto riesgo de atentado terrorista»

Prevención y anticipación son las dos claves señaladas ayer por el ministro de Interior Jorge Fernández Díaz para hacer frente a la amenaza terrorista global que estos días extiende su manto de miedo por Europa. «Somos conscientes de que existe un riesgo elevado de atentado terrorista; la seguridad absoluta y el riesgo cero no existe», admitió en la inauguración del VI encuentro de Interpol sobre combatientes extranjeros.

El responsable de Interior subrayó que aunque ahora no existe «ningún dato objetivo» que apunte a la posibilidad de un atentado inminente en España, los servicios de inteligencia y los cuerpos de seguridad no esperan a que los terroristas actúen para reaccionar. Todo lo contrario, añadió, trabajan para prevenir porque «no van a remolque de los acontecimientos, sino que nos adelantamos en la lucha antiterrorista». El ministro, sin embargo, no entró en detalles de qué accionistas yihadistas se han abortado en los últimos meses. Solo dijo que se han frustrado varios atentados.

Fernández Díaz quiso lanzar un mensaje de tranquilidad y calma a la población sostenido con cifras. Desde la masacre de los trenes de Madrid el 11 de marzo de 2004 se han realizado hasta 650 detenciones de supuestos terroristas islamistas, de los que 165 fueron arrestados en operaciones en los últimos cuatro años. 2015 parece ser el periodo más eficaz en la lucha contra esta amenaza terrorista global, con 36 operaciones, fundamentalmente contra redes de captación y adoctrinamiento de futuros terroristas en las que se detuvieron a 90 personas que, según sus estimaciones, estarían preparados para cometer un atentado de manera casi inmediata.

Se trataría, explicó, tanto de personas dispuestas a desplazarse a zonas de conflicto, que cada vez «cobran más protagonismo», pero también los conocidos como ‘lobos solitarios’ que actúan de manera individual y al margen de las redes internacionales. En este sentido, el ministro de Interior destacó que los servicios de inteligencia tienen datos de 139 españoles desplazados para unirse al Istado Islámico o Daesh, pero también a Al-Qaida, de los que 25 habrían retornado y la mayoría está en prisión. Del resto, se sospecha que muchos han podido morir en combate. Por este motivo, España mantiene de momento el «riesgo elevado de atentado terrorista», el nivel 4 sobre 5 pese a la labor de los cuerpos de seguridad y de inteligencia para la «prevención de hechos».