Rajoy pide tranquilidad y que no se especule sobre la intervención en Siria
Interior advierte de que una implicación militar provocaría «más amenazas de Daesh».
Rajoy, ayer, en un acto en Madrid.
«Nadie está a salvo de que pueda ocurrir algo, pero creo que en este momento podemos estar tranquilos». En un escenario complejo, y de amenaza yihadista global, el presidente del Gobierno quiso ayer tranquilizar a la ciudadanía e instar a las fuerzas políticas a no especular sobre si España participará o no en una intervención militar en Siria como respuesta a los ataques en París de la semana pasada.
Un mensaje y el otro fueron ayer de la mano. Hasta que Francia concrete su petición de ayuda, el Gobierno no aclarará si está dispuesto a involucrarse en un conflicto bélico que además, según fuentes del Ejecutivo, podría poner al país en el centro de la diana.
El más explícito fue el ministro del Interior. «Es evidente que implicarnos militarmente en Siria hará que suframos más amenazas del Daesh, que van vinculadas a lo que ellos consideran agresiones. La libertad tiene un precio siempre», admitió Jorge Fernández Díaz en declaraciones a Antena 3. En cualquier caso, Rajoy pide «no adelantar acontecimientos» porque, de momento, el Gobierno francés no se ha puesto en contacto con el Ejecutivo para plantear su estrategia frente al Estado Islámico.
Segunda fase
El embajador de Francia en España, Yves Saint-Geours, confirmó ayer en Madrid que su Gobierno no ha definido todavía la hoja de ruta militar a seguir y que, por lo tanto, «no va a haber consecuencias inmediatas». El presidente galo, François Hollande, está por ahora centrado en las conversaciones con sus homólogos de Estados Unidos, Barack Obama, y Rusia, Vladimir Putin, y será en una segunda fase cuando se inicien las negociaciones bilaterales con el resto de países aliados.
«No va a haber ninguna presión de ninguna manera», avanzó Saint-Geours, quien cconsidero que la colaboración que presta hoy España es «muy sustancial». En ese planteamiento confía el Gobierno de Rajoy, que está convencido de que Francia no formulará ninguna solicitud que no pueda ser satisfecha y baraja que se mantenga el mismo tipo de cobertura que se está aportando en el marco de la lucha contra el Estado Islámico.
«Es que ya estamos allí», justificó Rajoy. El presidente repasó los 300 efectivos desplegados en Irak para la formación del ejército local, la presencia en la frontera de Turquía en una operación de la Otan para abortar ataques de misiles, y la contribución en misiones como las de Malí, Somalia o Senegal. En el caso de Malí, el ministro de Asuntos Exteriores añadió que son 122 los militares que actúan sobre el terreno. Esa es la equidistancia que trata de mantener el Ejecutivo entre la prudencia de no enarbolar una causa belicista y el asumir su responsabilidad ante un problema que, reconoce, afecta a todos los países occidentales.