Macri deberá acometer despacio el cambio en el Gobierno de Argentina
El estrecho margen con el que el líder derechista llega a la presidencia le fuerza a pedir «paciencia» .
La estrecha victoria cosechada por Mauricio Macri en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales argentinas del domingo obligará al candidato conservador a abordar con cautela la agenda económica que deja el Gobierno de Cristina Fernández. Con más del 99% de las mesas escrutadas, la formación de centroderecha obtuvo el 51,4% de los votos frente al 48,6% que logró el oficialista Daniel Scioli, que había ganado en la primera ronda también por un reducido margen.
La diferencia de apenas tres puntos entre ambos candidatos resultó menor de la que pronosticaban todas las encuestas. Macri cosechó 12,9 millones de votos y Scioli 12,1 millones, un resultado nada desdeñable para el aspirante oficialista teniendo en cuenta que arrastraba el desgaste de doce años consecutivos de gobiernos kirchneristas.
De las 23 provincias más la ciudad de Buenos Aires, Scioli ganó en 15 distritos y Macri, en nueve. La alianza conservadora, Cambiemos, tampoco tendrá mayoría en las cámaras legislativas, que seguirán controladas por el peronismo.
El nuevo jefe del Estado, el primero que no pertenece ni al Partido Justicialista ni a la Unión Cívica Radical, será recibido hoy por la presidenta, que le llamó ayer para felicitarle, desearle «suerte» y mandarle «un cariño» a su esposa, según él mismo reveló. Scioli, que ya la víspera había reconocido la victoria de su adversraio,le advirtió ayer de que «llegó la hora de la verdad».
Macri había insinuado durante la campaña que el primer día liberaría el mercado de cambios y otras medidas que anunciaban una fuerte devaluación.