Buscan a otro huido sospechoso de ser el artificiero en París
El jefe de los comandos regresó a medianoche a los escenarios de sus crímenes mientras se socorría a las víctimas.
Las policías francesa y belga buscan a un segundo fugitivo de los comandos yihadistas que causaron en París 130 muertos y 350 heridos, de los que 26 siguen en reanimación. Se trata de Mohamed Abrini, belga-marroquí de 25 años, de quien se sospecha que es el artificiero que confeccionó los chalecos explosivos con los que se suicidaron siete activistas.
Los análisis telefónicos han mostrado que Abdelhamid Abaaoud, jefe operativo del grupo, volvió a medianoche a los escenarios de sus crímenes cuando la Policía asaltaba el Bataclan y se socorría a los heridos. Abaaoud y el kamikaze fallecidos en el asalto policial a su guarida planeaban cometer atentados suicidas inminentes en el barrio financiero de la capital francesa. El fiscal jefe de París reveló ayer que Abrini, con antecedentes penales por delincuencia común, es considerado un experto en explosivos. La Policía ha reconstruido su rastro en las horas previas a las masacres del viernes 13 en compañía del también huido Salah Abdeslam, el enemigo público más buscado de Europa. Gracias al examen de los movimientos de la tarjeta de crédito de este último, ambos han sido situados a las siete de la tarde del 11 de noviembre en una gasolinera cercana a París de la autopista A-1 que enlaza con Bélgica. Las técnicas de reconocimiento facial aplicadas a las imágenes grabadas por la estación de servicio delatan la presencia del presunto artificiero en busca y captura internacional, al igual que Abdeslam.
Mientras tanto Jawad Bendaoud, francés de 29 años, ingresó ayer en prisión provisional imputado por asociación de malhechores terrorista tras permanecer seis días en comisaría, el plazo máximo contemplado en la legislación francesa en caso de riesgo de atentado inminente. Se le acusa de haber puesto a disposición del comando yihadista un piso franco en Saint-Denis, que fue asaltado el 18 de noviembre por la Policía.