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El Frente Nacional domina las regionales francesas tras los atentados de París

La extrema derecha aspira a ganar hoy la primera vuelta en pleno estado de excepción.

Un cartel del Frente Nacional en el que se lee «Elija su localidad-Vote Frente Nacional».

Publicado por
F. Iturribarría | París
León

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El ultraderechista Frente Nacional (FN) encabeza las intenciones de voto en la primera vuelta de las elecciones regionales francesas, en las que hoy a aspira a revalidar su condición de primer partido político del país.

Los atentados yihadistas del 13 de noviembre, la crisis migratoria y el estado de emergencia en vigor refuerzan las expectativas de la extrema derecha en la última fotografía electoral del conjunto de Francia antes de las presidenciales del 2017. De confirmarse la tendencia en las urnas, Marine Le Pen y su sobrina Marion Maréchal-Le Pen están en condiciones de conquistar en la ronda definitiva del próximo domingo las regiones del Norte y la Costa Azul, con una población similar a la de algunos Estados europeos.

Los últimos estudios publicados a lo largo de la semana conceden al FN una media nacional del 28% al 30% de los votos, por encima de su récord histórico fijado en marzo en el 25,24% en la primera vuelta de las elecciones departamentales. Si esos porcentajes se materializan hoy, la formación presidida por Marine Le Pen volvería a imponerse como el primer partido de Francia y pasaría el corte en cabeza de la mitad de las 13 regiones metropolitanas (sin los territorios en otros continentes): Norte-Paso de Calais-Picardía, Lengua de Oc-Rosellón-Mediodía-Pirineos, Provenza-Alpes-Costa Azul, Borgoña-Franco Condado, Alsacia-Champaña-Ardenas-Lorena y Centro-Valle del Loira.

La coalición de centro-derecha formada por Los Republicanos de Nicolas Sarkozy con los centristas UDI y MoDem aparece en segunda posición en la parrilla de salida con entre el 27% y el 29% de las intenciones de voto. Con esos guarismos la oposición conservadora podría dar la vuelta a los resultados en cuatro o cinco regiones. Los candidatos del gobernante Partido Socialista, con del 22% al 24%, se conformarían con atrincherarse en sus tradicionales feudos atlánticos de Bretaña y Aquitania.

Efecto movilizador

El subidón de una decena de puntos experimentado por la popularidad del presidente François Hollande, transformado en padre protector de la nación conmocionada por la ofensiva terrorista, no beneficia a sus huestes. El efecto movilizador de los atentados en el electorado favorece en primer lugar a los abanderados de la derecha más dura, la islamofobia y el cierre de fronteras.

El FN saca provecho del espectacular cambio en el orden de prioridades mencionadas por los franceses a raíz de los atentados. El paro, citado sistemáticamente como la principal preocupación de los últimos años, se ha visto ahora desbancado por la seguridad, seña de identidad del lepenismo. Los franceses creen que el partido del clan Le Pen es el más capacitado para abordar una temática en la que hasta Hollande copia medidas que no hace tanto reprobaba, como retirar la ciudadanía francesa a los yihadistas con doble nacionalidad.

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