Venezuela se juega su futuro
Tanto el chavismo como toda la oposición coinciden en que el resultado de las elecciones marcará un antes y un después en el destino del país petrolero.
Un dedo marcado tras ejercer el derecho al voto.
Las últimas elecciones legislativas del 2010 mostraron que Venezuela estaba profundamente dividida. El oficialismo obtuvo un 48,20% (5.451.422 votos) y la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se acercaba con el 47,17% (5.334.309). Cinco años después, las encuestas vaticinan que el resultado se invertirá y el «rojo, rojito» que dominaba el mapa del país petrolero dará paso al azul que identifica a la derecha. De ahí que sus líderes digan que «llegó el día».
Es sabido que si las formaciones que durante 17 años pelearon en la oposición llegan a controlar el Parlamento venezolano modificarán las leyes que hacen posible la revolución bolivariana. Si no es el fin del chavismo será un duro golpe para los seguidores del fallecido Hugo Chávez. Quizá por eso de ambos lados se pedía con insistencia el voto. Incluso ayer mismo y violando las leyes electorales se dieron casos de proselitismo de las dos partes.
La petición no cayó en saco roto. Millares de los cerca de 20 millones de electores salieron de sus hogares con las primeras luces del alba rumbo a los cerca de 15.000 centros de votación abiertos en el territorio desde la medianoche española. Salvo pequeños retrasos, los colegios abrieron con puntualidad y permanecieron así durante doce horas.
Ejemplo
La víspera, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, exhortó a sus compatriotas a dar ejemplo «de paz, de civismo, de democracia participativa, protagónica» y a hacer historia «para una victoria perfecta y espléndida de la patria». Ayer el mandatario publicó en Twitter: «Llegó el día y la hora de la Victoria del Pueblo, vamos con Fe en el Futuro de nuestra Patria».
La participación fue alta. Se formaron colas pero el proceso del sufragio resultó rápido, como admitió el opositor Henrique Capriles. «Vayamos votando, el proceso es muy rápido, seguimos ‘graneadito’. En un rato voy a cumplir con mi deber y ejercer mi dcho! #Cambio». En la misma red social, coincidía con el presidente obrero en que «¡Llegó el día! El compromiso es contigo, tu familia y Venezuela, que nadie se quede sin votar».
Este año Cilia Flores, la «primera combatiente», votó en solitario. Afirmó que «lo que diga el CNE (Consejo Nacional Electoral) será santa palabra» e insistió en que «ratifico lo dicho por todos nuestros dirigentes: vamos a aceptar y acatar los resultados del CNE». Lilian Tintori también votó en solitario. Su marido, el opositor encarcelado Leopoldo López, reclamó su derecho a votar. Pudo hacerlo por la tarde, después de que la Fiscalía ordenase que llevaran una máquina hasta la cárcel militar de Ramo Verde donde cumple condena el líder de Voluntad Popular. Igualmente pudieron votar otros 17.000 reclusos.