La ultraderecha francesa pulveriza su techo electoral
Del estado de emergencia por el terrorismo yihadista, Francia pasó anoche al estado de excepción político por el triunfo de la extrema derecha tres semanas después de los mayores atentados de su historia. El Frente Nacional revalidó su condición de partido más votado del país, pulverizó su techo electoral al cosechar en torno al 30% de los votos y acaricia gobernar varias regiones del tamaño de países medianos europeos tras imponerse en la primera vuelta de las elecciones regionales.
El socialismo gobernante encajó el quinto revés consecutivo en las urnas tras los desastres en las municipales, europeas, senatoriales y departamentales al conformarse con el 23% de los sufragios por el voto de castigo a la gestión del presidente François Hollande. El líder conservador Nicolas Sarkozy también fracasó en su intento de perfilarse como fuerza de alternancia en las presidenciales del 2007 pues la coalición de centro-derecha apenas sumó el 27% de las papeletas.
Vencedor en seis de las trece regiones metropolitanas, el partido presidido por Marine Le Pen destrozó un tope que hasta ahora estaba fijado en el 25,2% cosechado en la primera vuelta de las elecciones departamentales celebradas el pasado marzo. Entonces no logró transformar el ensayo pues no conquistó ninguno del centenar de gobiernos provinciales en liza en la segunda ronda, que tiñó el mapa electoral de azul con la victoria del centro-derecha.
El FN lleva en ascenso constante desde el 2007, cuando Sarkozy birló gran parte del capital electoral a Jean-Marie Le Pen en la primera vuelta de las presidenciales que lo auparon a la jefatura del Estado.