TERREMOTO POLÍTICO EN FRANCIA
El Frente Nacional logra un aplastante triunfo en la primera vuelta de las regionales francesas
La formación ultraderechista consiga el 29,5% de los votos y encabeza seis de las 13 regiones en liza. La derecha de Sarkozy obtiene el 26% y los socialistas encajan su cuarta derrota desde el 2012
Como aventuraban los sondeos, el Frente Nacional (FN) ha sido la lista más votada en la primera vuelta de las elecciones regionales celebrada en Francia este domingo, logrando una aplastante victoria y un resultado histórico: el 29,5% a nivel nacional, según las primeras estimaciones. Los Republicanos del expresidente Nicolas Sarkozy se sitúan como segunda fuerza con un 27% de los sufragios, mientras que los socialistas encajan su cuarta derrota desde el 2012, al lograr sólo el 23% de las papeletas.
La formación de Marine Le Pen encabeza seis de las13 regiones metropolitanas en liza, entre ellas la de Norte-Paso de Calais-Picardía, tradicional bastión de la izquierda, en la que la candidatura encabezada por la propia Marine ha conseguido el 41% de las papeletas. El mismo resultado que ha tenido su sobrina, Marion Maréchal Le Pen, en Provenza-Alpes-Costa Azul. El avance del FN es notable si se tiene en cuenta que en las regionales del 2010 reunió el 11% de los sufragios a nivel nacional.
Nunca el partido fundado por Jean Marie Le Pen había conquistado una región, como tampoco ha logrado gobernar en ningún departamento. De momento, sólo detenta el poder en 11 municipios. Aunque hay que esperar al resultado de la segunda vuelta, el próximo domingo, para saber si llegará a presidir alguna región, los primeros resultados confirman que su avance se consolida.
En una corta alocución ante militantes, una sonriente Marine Le Pen declaró entre aplausos que “el Frente Nacional es incontestablemente el primer partido de Francia” y “el único frente republicano”. A su juicio los votantes han mostrado “una clara voluntad de alternancia a un sistema agotado”.
SARKOZY: "EL FN NO DARÁ NINGUNA RESPUESTA"
Los Republicanos, liderados por el ex presidente Nicolas Sarkozy, se han quedado en segundo lugar con un 26% de los sufragios. Tras conocer los primeros resultados, el líder conservador señaló que hay que escuchar “la exasperación de los franceses” y dirigiéndose a los votantes del FN les dijo que “no lograrán ninguna una respuesta de un partido que agravará dramáticamente la situación de Francia y llevará el desorden a su región y al país”.
En clave interna, y sobre posibles alianzas para frenar el paso del FN en la segunda vuelta, Sarkozy fue claro al “rechazar cualquier fusión o retirada de listas”. De esta tesis se desmarcó la número dos del partido, Nathalie Kosciusko Morizet, al declarar que debe hacerse todo lo posible para impedir que haya un presidente del FN en una región.
CUARTA DERROTA SOCIALISTA
Los socialistas han encajado una nueva debacle, la cuarta desde el 2012 tras las europeas, municipales y departamentales. De nada ha servido la espectacular remontada de popularidad del presidente François Hollande ni los mensajes del primer ministro, Manuel Valls, alertando del riesgo del avance de la ultraderecha.
El primer secretario de los socialistas, Jean-Christophe Cambádelis, anunció que su partido ha decidido crear “unabarrera republicana” y retirar sus candidaturas en el Norte y en Provenza para evitar que el FN se haga con la victoria en la segunda vuelta. “La izquierda es la última muralla frente a la extrema derecha”, ha añadido Cambadélis, apelando a una unión de todas las fuerzas progresistas y criticando la actitud de Sarkozy. “Pueblo de izquierda, una vez más la República depende de vosotros”, concluyó en tono solemne.
UNA CAMPAÑA MARCADA POR LOS ATENTADOS
La cita con las urnas, la última de los electores franceses antes de las presidenciales del 2017, ha estado dramáticamente marcada por los recientes atentados de París y Saint-Denis y se ha celebrado con el país sumido en el estado de emergencia decretado el 13 de noviembre y un permanente despliegue policial. Los votantes también lo hacían sobre un nuevo mapa tras la reforma territorial aprobada en el 2014 para reagrupar en 13 administraciones de mayor tamaño las antiguas 22 regiones.
La campaña se vio sacudida por la masacre yihadista y dio un giro de 180 grados a los programas de las formaciones políticas. Las promesas sobre transporte público o educación dieron paso a una única prioridad: la seguridad. Un terreno favorable al Frente Nacional, con el que logra una gran movilización de su electorado.