PROBLEMAS ECONÓMICOS
Fitch degrada la deuda de Brasil a bono basura
La agencia afirma que la incertidumbre política amenaza el objetivo fiscal
El clima de caos político, económico y social que atraviesa Brasil en los últimos meses ha pasado finalmente factura a la mayor economía de Latinoamérica. La agencia de calificación de riesgo Fitch ha decidido retirarle el grado de inversión al reducir su nota de “BBB-“ al “BB+”. De esta manera, el gigante emergente ha perdido su sello de buen pagador ante los mercados financieros y queda relegada al montón de países cuyos títulos de deuda pública está considerada como bono basura.
Sin embargo, la rebaja de Fitch no es algo nuevo ni sorprendió a los mercados. El pasado mes de septiembre Standard & Poor's fue la primera de las grandes agencias de calificación en situar a Brasil en el grado especulativo. En aquella ocasión, la incapacidad del gobierno de Dilma Rousseff de implementar sus medidas de ajuste fiscal ante un arisco Congreso Nacional suscitaron las dudas de los economistas norteamericanos.
El reciente impulso de un proceso de juicio político o impeachmentcontra la presidenta y las expectativas de una caída del PIB del 3,62% junto a una inflación del 10,61% han contribuido a confirmar el escepticismo de los mercados financieros. "El deterioro de las cuentas públicas, sumado a una recesión económica más profunda de lo previsto en el 2016 y el aumento de la incertidumbre en las últimas semanas arrojaron dudas sobre la capacidad del Gobierno de asegurar la aprobación de las medidas en el Congreso para asegurar la meta fiscal del 2016", ha explicado Fitch en su comunicado.
MINISTRO EN CUESTIÓN
La rebaja se produce apenas 24 horas después de que Rousseff decidiese contradecir a su ministro de Economía, Joaquim Levy, y modificar por su cuenta la meta de superávit para el 2016 de un 0,7% a un 0,5% del PIB. Un giro inesperado que dejó en evidencia la falta de sintonía con el hombre fuerte de su equipo económico y que los rumores sitúan fuera del Gobierno antes de que acabe este año.
Por si fuera poco, las incertidumbres sobre la economía de China, principal importador de productos brasileños, ha tenido un impacto devastador en el país sudamericano cuyas materias primas (soja, azúcar y hierro) han dejado de encontrar una salida tan fluida en el gigante asiático. Paralelamente, las expectativas de un inminente aumento de los tipos de interés por parte de la Reserva Federalnorteamericana han provocado una depreciación del real brasileño frente al dólar de más de un 45% en el 2015.