LOS REFUGIADOS
Merkel asegura que los refugiados volverán a su país cuando termine la guerra
La cancillera endurece su tono tras las críticas internas y asegura que bosnios y serbios hicieron lo mismo en los 90
Ante la incesante presión del ala más conservadora de su partido para que ponga freno al flujo de refugiados, la cancillera alemana Angela Merkel está endureciendo su tono. El sábado ha querido calmar los ánimos del país, cada vez más tensos, asegurando que los migrantes de Siria e Irak deberán regresar a su país cuando termine la guerra. “Necesitamos transmitir a la gente que su estatus aquí es temporal”, ha declarado durante un mítin de la Unión Demócrata Cristiana (CDU).
Merkel también ha asegurado ante sus correligionarios del Estado norteño de Mecklemburgo - Pomerania Occidental que pasó lo mismo en la década de los 90, donde casi tres cuartas partes de los refugiados bosnios y serbios que llegaron a Alemania terminaron volviendo a su hogar.
La reacción de la líder conservadora llega después que una encuesta publicada el viernes señalase que al 40% de los alemanes les gustaría ver a Merkel dimitir por su incapacidad de lidiar con la crisis migratoria. La cancillera también ha sido objeto de duras críticas internas que se han acentuado en las últimas semanas. La última, encabezada una vez más por el líder de los socialcristianos de Baviera (CSU) Horst Seehofer, amenazaba con llevar al Gobierno a los tribunales si no atendía a sus peticiones para reducir la entrada de solicitantes de asilo.
AMENAZADA EN LAS ELECCIONES
El gesto de Merkel también se entiende en clave electoral. El Estado de Mecklemburgo - Pomerania Occidental, en el que pronunció el discurso, se enfrenta a elecciones el próximo 4 de setiembre. La CDU gobierna en coalición con los socialdemócratas (SPD) y teme que el auge de la xenófoba Alternativa para Alemania (AfD) pueda costarle el poder. Ese mismo estado es el único land del país en que los neonazis (NPD) tienen representación parlamentaria.
Pocas horas antes la cancillera alemana había mantenido una agria reunión en Berlín con el primer ministro italiano Mateo Renzi, quien durante la semana había criticado la gestión migratoria de Merkel y su apoyo económico a Turquía para que frene la entrada de refugiados.