Lanzan una granada de mano contra un centro de refugiados
La policía trabaja donde fue lanzada la granada.
Los ataques contra centros de acogida para refugiados en Alemania alcanzaron ayer una nueva dimensión con el lanzamiento de una granada de mano a un albergue en la sureña región de Baden-Württemberg.
El artefacto fue lanzado por desconocidos desde el exterior del recinto en el que dormían más de un centenar de peticionarios de asilo, aunque afortunadamente no llegó a explotar por un fallo en su mecanismo. Atificieros de la policía explosionaron la granada de manera controlada tras cubrirla con balas de paja y subrayaron su peligrosidad. De fabricación yugoslava, la granada fue lanzada en dirección a un contenedor oficina que alberga al personal de seguridad del centro, un antiguo cuartel militar, situado en la localidad de Villingen, en la Selva Negra. El vigilante que estaba de turno se percató de lo sucedido y alertó inmediatamente a la policía, que procedió a despertar y evacuar a los ocupantes de la residencia hasta que la granada fue detonada. «Los autores no deben escapar a su castigo», dijo el ministro federal de Justicia, Heiko Maas, mientras el primer ministro de la región, el verde Winfried Kretschmann calificó de «inconcebible» que se lleguen a utilizar «armas de guerra» para atacar a quienes precisamente escapan de conflictos bélicos.
El atentado se produjo poco después de que la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) comunicara que el pasado año se quintuplicaron los ataques en Alemania contra centros de acogida de refugiados. Frente a los 199 registrados en 2014, en 2015 se contabilizaron 1.005.