Cerrar

PRESIÓN MIGRATORIA EN EUROPA

La UE fracasa de nuevo en su respuesta al agravamiento de la crisis de los refugiados en Grecia

El retorno de miles de personas desde la frontera con Macedonia coloca al país en situación crítica

Refugiados y migrantes hacen cola durante la distribución de comida en un campamento cercano a Idomeni, en la frontera de Grecia con Macedonia, este jueves.

Publicado por
SILVIA MARTÍNEZ
León

Creado:

Actualizado:

Desde que la Unión Europea alumbrara el plan de reubicación de refugiados hace casi seis meses, los roces y fricciones entre los estados miembros no han dejado de multiplicarse. La descoordinación sigue primando y las medidas unilaterales adoptadas por numerosas capitales europeas siguen generando muchas tensiones hasta el punto de que Atenas ha decidido llamar este jueves a consultas a su embajador en Viena. Es la respuesta a la cumbre restringida organizada 24 horas antes por Austria para coordinar a los países de la ruta de los Balcanes y en la que no invitaron al Gobierno griego.

Se trata de un gesto político de lo más significativo que muestra hasta dónde ha llegado el hartazgo de las autoridades griegas, que se sienten cada vez más aisladas. “Está claro que los principales problemas de la UE no pueden ser enfrentados a través de pensamientos, actitudes e iniciativas fuera de las instituciones que tienen su raíz en el siglo XIX (...) Las decisiones unilaterales para resolver la crisis de los refugiados son prácticas que pueden socavar las bases y el proceso de integración europeo”, advierte el Ministerio de Exteriores en un comunicado en el que piden sentido común, solidaridad y un reparto justo.

Aunque la ministra de Interior austríaca, Johanna Mikl-Leitner, informó de los resultados de la polémica cita al resto de colegas europeos durante el consejo de ministros de Interior de la UE celebrado este jueves en Bruselas -y aunque promete comunicar las nuevas decisiones que adopten- su Gobierno no da marcha atrás en sus intenciones. Seguirán manteniendo los controles de fronteras y limitarán a 37.500 las solicitudes de asilo que aceptarán este año.

“El ministro griego ha repetido que Grecia no puede proteger sus fronteras exteriores y si no lo puede hacer proporciona el mejor argumento para que otros impongan medidas”, justificaba Mikl-Leitner, que ha recordado que si no hay cambios de aquí a la cumbre extraordinaria UE-Turquía del 7 de marzo “habrá que adoptar medidas duras”.

ACCIONES HOSTILES

Su homólogo griego respondía con enfado. “Grecia también puede adoptar medidas unilaterales. Grecia no aceptará convertirse en el Líbano de Europa, en un almacén de almas aunque vaya acompañado de más financiación”, espetaba Ioannis Mouzalas sobre las consecuencias de unas medidas que considera “acciones hostiles”. El cierre de fronteras de los países de la ruta balcánica ha atrapado en Grecia a miles de refugiados, recrudeciendo la emergencia. Las autoridades carecen de infraestructuras y recursos para proporcionar asistencia a las miles de personas que vuelven desde la frontera con Macedonia y que a su vez siguen llegando a las islas.

El miércoles su primer ministro, Alexis Tsipras, llegaba a amenazar con bloquear nuevos acuerdos en la UE si no se garantiza una redistribución obligatoria de refugiados. “A partir de ahora Grecia no va a dar su consentimiento a acuerdos (comunitarios) si no se garantiza que habrá un reparto obligatorio de la carga y de la responsabilidad proporcional”, anunciaba.

PLAN DE CONTINGENCIA

La realidad es que de los 160.000 refugiados que se comprometieron a reubicar en dos años se han redistribuido menos de 600 y que desde comienzos del 2016, según la OIM, han llegado más de 100.000 personas desde Turquía. “En los próximos 10 días necesitamos resultados tangibles y reales. De lo contrario existe el riesgo de que el sistema colapse”, alertaba el comisario de Inmigración, Dimitrios Avramopoulos, cuyos servicios ultiman un plan de contingencia para dar respuesta a la crisis humanitaria que se gesta en Grecia.

“No podemos seguir con medidas unilaterales, bilaterales o trilaterales. Los efectos son visibles. Tenemos una responsabilidad compartida con nuestros países vecinos, europeos y no europeos, pero sobre todo con las personas desesperadas”, añadía tras un encuentro en el que Francia también reprochaba a Bélgica el cierre de su frontera. “Pretender que puede haber un flujo hacia Bélgica no corresponde a la realidad”, advertía el ministro Bernard Cazeneuve.