LAS PRIMARIAS EN EEUU
Trump, bajo fuego cruzado
Cruz, Rubio y la cadena Fox ponen a la defensiva al magnate en otro debate marcado por los insultos
En el undécimo debate republicano entre los aspirantes a lograr la nominación presidencial de Estados Unidos el favorito, Donald Trump, ha presumido del tamaño de susgenitales. A ese triste nivel ha llegado la brutal carrera entre los conservadores en Estados Unidos, en caída libre hacia un abismo de insultos y ataques propiciados inicialmente por el abrasivo estilo del magnate inmobiliario pero que también se confirma como la principal vía que han encontrado para intentar frenarle, de momento sin éxito, sus principales rivales, Ted Cruz yMarco Rubio.
El debate, celebrado el jueves por la noche en Detroit, ha llegado unas horas después de que Mitt Romney, el candidato en 2012, lanzara unduro ataque contra Trump y le acusara de ser un "fraude", dando la voz más contundente hasta ahora al pánico del aparato del partido ante el imparable ascenso del favorito a representarles en las elecciones de noviembre y al intento de evitarlo. Y aunque en la segunda pregunta de la noche Rubio ha sugerido que en el debate debía hablarse de "los temas", ha quedado inmediatamente en evidencia que la discusión iba a descender al fangoso terreno por el que lleva moviéndose semanas, incluyendo por parte del propio Rubio, que ha asegurado que "nadie se merece más los insultos que Trump".
No todo han sido descalificaciones personales, aunque las ha habido, y muchas. Los senadores de Florida y Tejas han intentado con sus constantes ataques insistir en el retrato de Trump como un "falso conservador" (Rubio) con un historial empresarial mucho menos ejemplar de lo que presume. "Durante 40 años Donald ha sido parte de la corrupción de Washington con la que estáis enfadados", ha dicho en un momento Ted Cruz dirigiéndose directamente a los votantes que han dado de momento a Trump victorias en 11 de los 15 estados que han celebrado primarias y caucus. "No vais a detener la corrupción apoyando a alguien que ha apoyado a demócratas progresistas durante cuatro décadas", ha continuado, recordando que Trump hizo cuatro donaciones a la campaña de Hillary Clinton en 2008 (que el empresario ha defendido como inversiones "de negocios").
Trump se ha tenido que poner a la defensiva no solo por los ataques de sus rivales, que le han cuestionado por cosas como contratar a trabajadores extranjeros con visas en vez de a estadounidenses o producir su línea de ropa en China y México, sino también por la labor de los tres moderadores de Fox, entre los que estaba Megyn Kelly, la mujer a la que denigró en el primer debate y por cuya presencia en otro decidió no asistir. El reencuentro entre Trump y Kelly ha sido cordial pero el trío de moderadores han preparado preguntas duras y se han armado de datos para dejar en evidencia la "tenue relación con la verdad" de Trump, como la ha definido Cruz. Usando gráficos han mostrado, por ejemplo, que es imposible que cuadren sus promesas para recortar el déficit y cuando el magnate ha defendido la buena valoración que tenía la llamada Trump University, que enfrenta la demanda de varias personas que compraron sus cursos, le han recordado que recibió un suspenso del grupo que él asegura que le dio un sobresaliente y que un juez comparó a sus estudiantes con "víctimas de (Bernie) Madoff".
Fox ha mostrado también una serie de vídeos ejemplificando loscambios de opinión de Trump en temas cruciales, como la guerra de Afganistán, los refugiados sirios o las mentiras de George Bush sobre las armas de destrucción masiva, y ha llevado al empresario a tener que reconocer "cierta flexibilidad" que Cruz y Rubio descalifican, en cambio, como oportunismo político, especialmente en el terreno de la inmigración. "En inmigración y en todo lo demás tiene que haber siempre un tira y afloja, tienes que ser capaz de tener cierta flexibilidad, alguna negociación", ha dicho Trump, que ha insistido también en que sus "valores centrales son muy firmes" y ha defendido que es mejor "cambiar" que seguir en un camino equivocado.
Todo sucedía mientras se regaba la noche de insultos y momentos degradantes. Trump, que al principio ha dicho retractarse de sus comentarios sobre Rubio como "un peso ligero", ha tardado solo unos minutos en empezar a llamarle "pequeño Marco", y se ha referido así al senador en varios momentos. Y ha sido recordando un comentario de Rubio sobre el tamaño de sus manos cuando ha hecho la mención a sus genitales. "Ha implicado que si mis manos eran pequeñas algo más sería pequeño", ha dicho Trump. "Les garantizo que no hay problema. Se lo garantizo".
A Cruz, mientras, lo ha descalificado como "mentiroso Ted". Y entre ambos han protagonizado otro de esos momentos que sacan los colores. En una de las discusiones sobre Trump University el empresario ha empezado a defenderse mientras hablaba Cruz y este le ha espetado: "Donald, aprende a no interrumpir, no es complicado, cuenta hasta diez, Donald, cuenta hasta diez". Más adelante, en otro cruce, ha vuelto a ocurrir. "Donald, sé que es difícil no interrrumpir Respira, respira", le ha dicho. Mientras Trump llamaba "mentiroso" a Cruz ha intervenido Rubio. "Cuando acaben con el yoga ¿puedo hacer una pregunta?"
Solo el gobernador de Ohio, John Kasich, ha logrado una vez más quedarse fuera del lodazal y del nivel de patio de colegio y presentarse como un candidato serio. Pero tanto él como Cruz y Rubio siguen en una pelea a vida o muerte en las urnas, que de momento han hecho líder en la carrera a Trump. El día 15 votan, entre otros estados, Florida y Ohio, donde ya no hay reparto proporcional y el ganador se llevará, respectivamente, 99 y 66 delegados.
Aunque la guerra contra Trump esté ahora abiertamente declarada el debate ha dejado otro momento clave. Sus tres rivales han declarado que si el magnate es el nominado, lo apoyarán.