INSPIRADA EN LA ESPAÑOLA
Miles de trabajadores se movilizan en las calles francesas contra la reforma laboral de Hollande
Los manifestantes exigen al Gobierno la retirada de un proyecto de ley que consideran regresivo
La última gran reforma del mandato de François Hollande, con la que pretende flexibilizar el mercado laboral como han hecho antes otros países europeos, se ha enfrentado este miércoles por primera vez a la presión de la calle. Miles de jóvenes y trabajadores han exigido en las principales ciudades francesas la retirada de un proyecto de ley que consideran una “regresión histórica” que sólo beneficiará a los empresarios y que abre la puerta a una mayorprecariedad en el empleo.
El llamamiento lanzado por los sindicatos estudiantiles ha movilizado a muchos de los que facilitaron la llegada de Hollande al Elíseo en las elecciones del 2012, que ahora se sienten traicionados porque el candidato socialista no ha cumplido sus promesas. “Los que están en la calle son los que llevaron a François Hollande a la victoria y no quieren que su mandato termine con una reforma inspirada en nuestros adversarios”, señalaba en la televisión BFM el presidentedel Movimiento de Jóvenes Socialistas, Benjamin Lucas.
En París, donde según los organizadores han desfilado 100.000 personas partiendo desde la emblemática Plaza de la República, la jornada se inició con bloqueos en una docena de institutos y frente a la sede de la patronal (Medef) pero las concentraciones se desarrollaron en un ambiente festivo y sin incidentes. Las mismas escenas se repitieron en Burdeos, Marsella, Nantes, Lille, Toulouse o Estrasburgo.
MEDIO MILLÓN DE ASISTENTES
Solo en Lyon se registraron enfrentamientos entre algunos jóvenes y la policía. En total, se contabilizaron entre 224.000 y 500.000 manifestantes en todo el país, según el Ministerio del Interior yFuerza Obrera (FO), respectivamente. Alentado por las cifras, el principal sindicato estudiantil, Unef, ha hecho ya un llamamiento para una nueva movilización el próximo 17 de marzo.
Antes incluso de llegar al Consejo de Ministros, el anteproyecto de ley de la ministra de Trabajo, Myriam El Khomri, desató tal tormenta en el ala izquierda del socialismo y en las centrales sindicales que el Gobierno se ha visto obligado a retrasar hasta el próximo 24 de mayo su presentación oficial. Mientras, el primer ministro,Manuel Valls, se libra a un ejercicio de concertación para intentar desactivar la rebelión tanto de los agentes sociales como de sus propias filas.
No obstante, el margen de maniobra del Ejecutivo es estrecho. Si cede a la presión de la calle tendrá enfrente a la derecha y a la patronal, pero si la revisión del texto no satisface a su mayoría parlamentaria el riesgo es que fracase en la Asamblea Nacional. La fuerte contestación juvenil solo añade más presión a este delicado escenario. Hollande cree que con diálogo se puede “evitar la ruptura” para que Francia “preserve su modelo social adaptándalo al mismo tiempo”.
Sólo las fisuras en el frente sindical pueden jugar a favor del Gobierno. Los sindicatos reformistas piden retirar los dos artículos más polémicos -las indemnizaciones por despido y los motivos de los despidos colectivos- mientras que los más radicales reclaman, como los jóvenes, la retirada de un proyecto que rechaza el 70% de los franceses. El resultado de la batalla es incierto y en el Elíseo analizarán con detalle las cifras y el carácter de la movilización.
DESCONTENTO SOCIAL
El temor es reeditar el espectro de las manifestaciones juveniles del 2006 que obligaron al entonces primer ministro Dominique de Villepin a renunciar al Contrato de Primer Empleo (CPE). Además, la reforma laboral ha logrado cristalizar el descontento social acumulado durante la legislatura y proyecta sombras sobre el final del mandato a 14 meses de las presidenciales.
“Puede que la manifestación de hoy sea el principio de una dinámica”, señalaba a EL PERIÓDICO Matthieu, un estudiante de doctorado de 25 años. “Hay una carrera por la competitividad, una incapacidad para salir de la recesión con respuestas que son las mismas en toda Europa: austeridad, flexibilidad, ajustes…y eso no funciona”, añade mientras esperaba la llegada del cortejo a la plaza de la República.
‘Tu reforma huele a mierda’, ‘Perder la vida para ganarse la vida’, ‘La patronal en todos los sitios, la justicia en ninguno’, eran algunos de los eslóganes de las pancartas que salpicaban la manifestación parisina, que se inició con lluvia y frío pero no desanimó a los manifestantes. “No tenemos frío. La ley no pasará”, rezaba un cartel.
Paro del 35% en el sector ferroviario
Por un azar del calendario, la jornada de protesta contra la reforma laboral coincidió con una huelga general en el sector ferroviario y en parte de los transportes de la región parisina, para reclamar mejores condiciones salariales. El tráfico se vio seriamente afectado en algunas líneas de cercanías, los trenes regionales y en las de alta velocidad, por lo que los usuarios tuvieron que armarse de paciencia en las principales estaciones del país. También hubo atascos en la entrada de las grandes ciudades. La participación en el paro fue del 35,5% en el conjunto del personal de la compañía estatal de Ferrocarril (SNCF). El paro no tuvo incidencia en el metro de París.