Putin ordena la retirada de la mayor parte de las tropas rusas en Siria
«La eficaz labor de nuestros militares ha creado las condiciones para inicar la paz», anunció.
Ignacio Ortega | Moscú
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó ayer, en víspera del quinto aniversario de la guerra civil en Siria, la retirada del grueso de las tropas rusas desplegadas en el país árabe desde hace más de seis meses.
«Creo que la tarea que nuestras fuerzas armadas y el ministerio de Defensa tenían por delante se ha cumplido en términos generales. La eficaz labor de nuestros militares ha creado las condiciones para el inicio de un proceso de paz», anunció el líder ruso.
El repliegue de las fuerzas rusas involucradas en la operación aérea contra el Estado Islámico (EI) comenzará hoy, un día después de que en Ginebra comenzase la segunda ronda de negociaciones entre el régimen de Bachar al Asad y la oposición moderada siria.
El Kremlin explicó que la decisión de retirar las tropas fue de Putin, aunque éste la consensuó con Asad, a quien el líder ruso llamó para comunicarle que Rusia mantendrá suficientes tropas para controlar el cumplimiento del alto el fuego en vigor desde hace tres semanas. «Nuestras bases, la marítima en Tartus (puerto en el Mediterráneo) y la de aviación en el aeródromo de Jemeim (Latakia) seguirán funcionando. Deben ser defendidas por tierra, mar y aire», precisó Putin durante una reunión con los ministros de Defensa y Exteriores.
Por su parte, según el Kremlin, Asad agradeció a su colega ruso la ayuda prestada en la «lucha contra el terrorismo» y la asistencia humanitaria a la población civil.
Putin ordenó iniciar la intervención aérea en Siria el 30 de septiembre de 2015 a petición de Asad poco después de abogar en la ONU por crear una amplia coalición internacional contra el yihadismo. Durante la operación Rusia ha sido acusada por Occidente y Turquía de centrar sus ataques en las posiciones de las milicias contrarias a Asad y no en el Estado Islámico, y de causar víctimas entre la población civil, algo que Moscú siempre ha negado.