La UE ajusta el plan con Turquía pero mantiene las expulsiones de refugiados

El objetivo central del plan que ultiman la Unión Europea yTurquía de cara a la cumbre que arranca este jueves en Bruselas no ha cambiado: devolver a territorio turco al máximo número de inmigrantes y refugiados posible llegados a las islas griegas de forma irregular con vistas a romper con el modelo de negocio de las mafias que trafican con personas. Un plan con el sello de la cancillera alemana, Angela Merkel, y el primer ministro turco,Ahmet Davutoglu, que la Comisión Europea se ha visto obligada a aclarar para garantizar que no esconderá expulsiones colectivas ni devoluciones en caliente hacia Turquía.

“No habrá devoluciones en caliente, ni retornos masivos. Las autoridades griegas tendrán que analizar cada solicitud de asilo de forma individualizada y garantizar el derecho a recurso”, resumía el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, sobre uno de los elementos que más dudas han suscitado en los últimos días y clave para que el acuerdo pueda pasar el filtro de la legislación europea e internacional frente a eventuales recursos.

"Hay bastante hipocresía. ¿Cómo se va a ayudar a Grecia si no se llega a un acuerdo con Turquía?"

en que no hay alternativa a un pacto con Turquía y acusa de hipocresía a quienes defienden lo contrario. “Grecia necesita solidaridad. Hay bastante hipocresía. ¿Cómo se va a ayudar a Grecia si no se llega a un acuerdo con Turquía?”, avisaba sobre un mecanismo que según el borrador preparado por el presidente de la UE, Donald Tusk, será “temporal y extraordinario” y se ajustará a la legalidad. “Si no, Europa dejará de ser Europa”, advertía este miércoles tras la cumbre social tripartita.

Según el análisis comunitario, todos los inmigrantes que desembarquen en las islas griegas procedentes de Turquía y pidan protección internacional seguirán teniendo derecho a un procedimiento de análisis individualizado y a recurso en caso de negativa, aunque podrá ser trámitado de forma acelerada, tal y como recoge la directiva de asilo. En el caso de los sirios, si las autoridades griegas consideran inadmisible la solicitud podrán ser devueltos a Turquía -incluso durante la tramitación del recurso- porque disfrutan de un estatus especial en ese país. En el caso de otras nacionalidades sin un estatus definido, tendrían derecho a permanecer en territorio griego mientras se resuelve el recurso aunque podrían ser reenviados siempre que Turquía ofrezca una protección equivalente a la que da a los europeos. La intención de la UE es que los casos se resuelvan en cuestión de días, aunque tanto Ankara como Atenas tendrán que hacer modificaciones legales.

REASENTAMIENTO Y REUBICACIÓN

 

En paralelo, la UE empezaría a reasentar refugiados desde Turquía a razón de uno por cada sirio que Ankara acepte de vuelta. La propuesta se basa en las plazas disponibles en los dos programas aprobados en el 2015. El primero, el de reasentamiento, dispone todavía de 18.000 de las 22.500 plazas acordadas. El segundo, el de reubicación con 160.000 plazas y de las cuales 54.000 –las asignadas inicialmente a Hungría y que rechazó- están pendientes de asignar. En total, 72.000 plazas con las que esperan desincentivar las llegadas a través del mar Egeo y que si los gobiernos de la UE se reparten descontarán de los compromisos previos.

El problema, si los 28 consiguen ponerse de acuerdo y sellar un acuerdo este viernes con Turquía, será llevarlo a la práctica y ayudar a Grecia a que el mecanismo funcione con celeridad. “El trabajo progresa, pero queda mucho por hacer”, admite Tusk, que insiste en que queda “un largo catálogo de cuestiones por resolver”. Entre los temas pendientes, buena parte de las contrapartidas ofrecidas a Turquía a cambio de que acepte de vuelta a todos los refugiados y a las que algunas delegaciones han planteado problemas. Desde eximir a los turcos de visado a partir de junio hasta abrir nuevos capítulos en las negociaciones de adhesión o la financiación adicional a los 3.000 millones ya acordados.