El cierre de Zavendem hasta el jueves obliga a las compañías fletar vuelos alternativos
Ryanair lleva a los pasajeros a Charleroi e Iberia a Lieja, dos ciudades situadas a una hora de Bruselas
El principal escenario de los atentados de Bruselas, el aeropuerto de Zaventem (Bruselas), permanecerá cerrado hasta el jueves, lo que ha obligado a las compañías aéreas a cancelar los vuelos programados para hoy y mañana. Pasado el caos del primer día, varias de ellas se han reorganizado para fletar viajes a los aeropuertos más cercanos para los pasajeros que prefieren mantener su viaje a Bélgica.
Rynair es la que más fácil lo ha tenido. Su base operativa en Bélgica ha sido durante muchos años el aeropuerto de Charleroi, situado a una hora de la capital. Con servicios de tierra y handling ya contratados, no ha tenido ningún problema y desde el mismo martes ya desvió aparatos a ese aeródromo.
Iberia ha tardado 24 horas en fletar un primer vuelo, previsto para la tarde de este miércoles, al aeropuerto de Lieja,y también prepara otro para el jueves. “Esto no es como cambiar de carretera cuando una está cortada. Hay que conseguir slots para aterrizar, contratar servicios de tierra”, advirtió un portavoz de la aerolínea hispano británica. Lieja está situada también a una hora de Bruselas.
DE AMSTERDAM EN AUTOCAR
Más lejos llevará Vueling a sus pasajeros. Los dejará y recogerá en Amsterdam, el aeropuerto más cercano donde cuenta con servicios de tierra. La capital holandesa está situada a poco más de 200 kilómetros de Bruselas, una distancia que será cubierto por autocares de la aerolínea.
Air Europa y Air France también se han visto obligados a cancelar sus enlaces con Bruselas pero no han comunicad que hayan fletado ningún vuelo alternativo. Sus pasajeros pueden optar a la devolución del importe del billete, aplazar el viaje o efectuarlo a algún destino diferente.
Todas las líneas de la red europea de alta velocidad, cortadas el martes, ya está restablecidas. La reapertura de Zaventem está prevista para el viernes. Para entonces las autoridades belgas creen poder operar mientras se reconstruyen las áreas de la terminal dañadas por las explosiones.