La justicia avala el 'impeachment' a Rousseff

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, empieza el viernes a jugarse su mandato en una Cámara de diputados cada vez más hostil y en la que parece haberse formado una mayoría proclive a apoyar un juicio con miras a su probable destitución. El Gobierno ha quemado uno de sus últimos cartuchos en su intento de impedir el juicio y lo hizo ante la Corte Suprema, con una demanda de última hora presentada hoy por el abogado general del Estado, José Eduardo Cardozo, que pedía anular parte del proceso y fue rechazada por ocho de los magistrados frente a dos que pidieron aceptarla.

Cardozo pidió la nulidad de un informe que acusa a Rousseff de incurrir en maniobras ilegales para maquillar los resultados del Gobierno en 2014 y 2015, modificar presupuestos mediante decretos y acumular deudas y contratar créditos con la banca pública. Si la demanda era respaldada por los magistrados, el proceso debería haber vuelto a ese punto y la comisión de diputados tendría que rehacer el informe, que según Cardozo contiene asuntos ajenos a la denuncia lo que obstaculizaría la defensa de Rousseff.

Sin embargo, el Supremo consideró que la denuncia de la Abogacía General del Estado no procede y que el trámite debe seguir su curso.