DECESO EN CHILE
Muere Patricio Aylwin, el timón de la transición democrática chilena
Le tocó ser uno de los líderes de la oposición a la dictadura y asumió como primer presidente democrático tras la derrota política de Pinochet
“Fue esencial en un momento en que el país lo necesitaba con urgencia para avanzar en una transición a una democracia plena”. Así definió la presidenta Michelle Bachelet a Patricio Aylwin, el hombre al que le tocó conducir Chile después de 17 años de dictadura militar, y que falleció a los 97 años en Santiago.
Aylwin fue más que un líder de la democracia cristiana. Desempeñó un papel relevante en la lucha contra Augusto Pinochet y ayudó a la formación de la alianza con el socialismo, un adversario histórico, que derrotó al dictador primero en un plebiscito, en 1988, y después a su delfín, Hernán Büchi, en los comicios de un año más tarde. La Concertación Democrática llevó a Aylwin como candidato.
Su presidencia se inició a principios de 1990 en medio de una situación de fragilidad política: Pinochet preservaba el mando del Ejército. Bachelet recordó esas circunstancias. “Hizo cosas que para muchos de nosotros fueron significativas, como cuando pidió perdón como jefe de Estado al país por las violaciones a los derechos humanos”, dijo la presidenta.
Aylwin se inició muy joven en la política, de la mano del falangismo, nombre por el que se conoció a la Democracia Cristina. Fueopositor a Salvador Allende, pero tuvo una temprana comprensión de la naturaleza de la dictadura. Cuando llegó a la presidencia, con una correlación de fuerzas desfavorable, dijo que su Gobierno promovería la justicia “en la medida de lo posible”. La frase le valió críticas. Bachelet lo defendió. “No era fácil, había tantas decisiones que tomar y creo que tuvo la sabiduría, pero también la voluntad, de dar una serie de pasos que a lo mejor otros hubieran dicho que era mejor en otro momento”, dijo.