Obama y Merkel rebosan sintonía y refuerzan su alianza en el exterior
Ambos mandatarios promueven el acuerdo comercial entre Estados Unidos y la UE.
Juan Palop | Hannover
El presidente estadounidense, Barack Obama, y la canciller alemana, Angela Merkel, rebosaron ayer sintonía en Alemania al promover el acuerdo comercial entre EE UU y la UE, pero también en sus posiciones con respecto a Siria, Ucrania, Rusia y la crisis de los refugiados.
Obama se mostró convencido de que es posible cerrar las negociaciones del acuerdo comercial para finales de este año, el último de su mandato, aunque no su ratificación, y alertó de que si no se aprovecha esta ventana de oportunidad el tratado podría quedar en el aire durante años. «El tiempo no está de nuestra parte», aseguró el presidente, quien indicó que las «transiciones» políticas que van a vivir ambas partes del acuerdo —en relación a las elecciones en EE UU este año y a los comicios en Francia y Alemania el que viene— podrían ralentizar las negociaciones.
Merkel, por su parte, se mostró convencida de que «todavía podemos lograr un gran éxito en este año», en referencia a la llamada Asociación Transatlántica de Comercio e Inversiones (TTIP), que no dudó que promoverá el crecimiento y la creación de empleo.
Emociones
El presidente de EE UU, que reconoció que los acuerdos comerciales generan «grandes emociones», afirmó que un tratado de estas características aporta, de manera indiscutible, crecimiento económico y empleo, también para los países del sur de Europa.
Los dos incidieron en que el TTIP ayudará a elevar los estándares de protección del consumidor, así como los laborales y los medioambientales, frente a las crecientes críticas en este sentido a ambos lados del Atlántico, algo que quedó patente ayer con decenas de miles de manifestantes contra el acuerdo en las calles de Hannover.
Obama, que reconoció que algunos acuerdos de libre comercio en el pasado han provocado desigualdades, aseguró que la respuesta a la globalización no puede ser detener el comercio, que hay que «aprender del pasado» y fomentar intercambios con «altos estándares». En esta línea, la canciller abogó por estrechar la colaboración entre Europa y EEUU más allá del comercio y afrontar conjuntamente los retos actuales a nivel internacional. Los dos líderes coincidieron en respaldar las conversaciones del Gobierno sirio con la oposición moderada en Ginebra y se mostraron preocupados por las violaciones crecientes del cese de hostilidades acordado en Siria a instancias de EEUU y Rusia.