FALTA SOLIDARIDAD
Óscar Camps: "Europa ha obligado a los sirios a dejarse llevar por las mafias"
El director de la oenegé Proactiva Open Arms, premio català de l'any 2016, denuncia la respuesta de la UE frente a la crisis de los refugiados
Más de 184.400 personas han llegado por mar a Europa en lo que va de año y otras 1.361 han perdido la vida intentándolo, según los últimos datos actualizados de ACNUR.
Unas cifras escalofriantes que, apoyados por los testimonios de cinco voluntarios que han explicado su experiencia en la Universidad de Barcelona, sobrecogen todavía más.
“Cuando sabes que eso pasa lejos cuesta más de entender. Imaginad que de Castelldefels a Sitges viajan cada día por el mar alrededor de 8.000 personas que llevan días sin comer ni beber, que luchan contra las olas en busca de un malvendido paraíso, y que una vez llegan, no hay nadie en la playa para recibirles”, ha explicado Òscar Camps, premio Català de l’Any 2016, y director de la oenegé Proactiva Open Arms. Los refugiados llegan a las islas griegas “empapados, con hambre y frío. Muchos de ellos han pagado todo lo que tenían para embarcarse en un viaje así”, ha añadido Olga Margalef, voluntaria en el campo de refugiados de Lesbos.
GENTE COMO NOSOTROS
“El 80% de los refugiados que llegan a Grecia por mar tienen estudios secundarios, no es como lo intenta vender la Unión Europea. Son gente con smartphones, con estudios y con ganas de trabajar. No quieren ayudas, quieren poderse integrar”, ha explicado Camps basándose en los datos de un informe elaborado por ACNUR.
“En Idomeni conocí a gente extraordinaria, pero recuerdo personalmente el caso de una familia siria, que me explicaba cómo habían sido tratados al llegar a Europa, el mareo al que habían sido sometidos y los engaños de las autoridades. Son gente como nosotros. El padre, en Siria, era un informático al que no le iban mal las cosas, por poner un ejemplo. Su hija me contaba que en Siria tenía 20 Barbies”, ha explicado Milton Sánchez, Voluntario en los campos de refugiados de Idomeni y Lesbos y promotor de la oenegé ‘Amb les teves mans’.
“En Idomeni he visto de todo: segregación, maltrato, penurias y mucha hambre”, ha explicado Sánchez mientras otra de las voluntarias que había compartido su experiencia en los mismos campos, Eva Prujà, asentía. “Yo me he subido a un barco con muchos sirios, y por ser europeo me han dado tres butacas mientras niños dormían en el suelo. Es lamentable”, ha añadido.
NO SOLO GRECIA
“Dunkerque me llamó la atención desde el primer momento, y no dudé en irme para allá a retratar la realidad de lo que pasaba con mi cámara, una vez ahí, me he dado cuenta de que cualquier ayuda es poca para una gente que vivía en tiendas en el barro mientras el Gobierno francés negaba su existencia”, ha explicado el fotógrafo documentalista y voluntario en los campos de Calais y Dunkerque, Jordi Oliver.
“Conocí a un médico que también había estado e Idomeni y Lesbos y no dudó en afirmar que a pesar de que todos eran altamente preocupantes, el estado de insalubridad de ‘La Jungla’, como llaman al campo de Dunkerque, era el peor de todos”, ha añadido.
“Europa está obligando a los sirios a dejarse llevar por las mafias”, ha asegurado Camps. “Las políticas Europeas han sido un conjunto de parches, uno tras otro, que han ido inventando los gobiernos para poner freno a una crisis, de la que a pesar de que nos lo han vendido así, Europa no es ni de lejos el territorio que más refugiados acoge. En Europa hay un millón y tiene una población de 500 millones, en Turquía hay 2,5 millones y en Líbano uno de cada 4 habitantes es sirio”, ha explicado David Moya, profesor de Derecho Constitucional y Ciencia Política de la Universitat de Barcelona.