LAS CRISIS POLÍTICA EN VELEZUELA
La oposición venezolana vuelve a exigir en la calle un referéndum para echar del poder a Maduro
Simpatizantes del chavismo también organizaron una marcha para apoyar al presidente
Unos han pedido que se vaya. Los otros, que se quede. En las calles de Caracas han resonado con fuerza las voces a favor y en contra del presidente Nicolás Maduro y de un Gobierno que tiene numerosos frentes abiertos. “Están disparando perdigones, lanzando gases lacrimógenos, pero nosotros no queremos un solo herido porque una gota de sangre venezolana vale demasiado”. El presidente de la Asamblea Nacional (AN), Herny Ramos Allup, prudente, no ha dudado: la movilización opositora no tenía previsto llegar hasta la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Frente al edificio, ubicado en el centro histórico caraqueño, la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), que tiene mayoría calificada en el Congreso, se proponía reclamar al CNE que agilice los mecanismos para convocar antes de que concluya 2016 una consulta popular revocatoria del presidente Maduro.
Los dirigentes del MUD y el resto de manifestantes han sido interceptados en las calles de Caracas por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB). El diputado Juan Guadó ha denunciado que el gobernador del estado de Miranda y excandidato presidencial, Henirque Capriles Radonski, recibió gas pimienta en sus ojos. El presidente de la AN, Ramos Allup, ha ido más lejos en su denuncia y ha dicho que las fuerzas de seguridad han intentado dejar ciego a Capriles.
“Nosotros en la calle exigiremos que se cumplan cada paso estipulado para el revocatorio en los plazos establecidos y no permitiremos que no se realice este año”, había dicho Capriles antes de iniciar su marcha. “La movilización (de hoy) es solo el inicio”, había añadido.
MAYOR VEHEMENCIA
Capriles es la figura que con mayor vehemencia ha impulsado el camino de la consulta popular como alternativa de una transición pacífica. De hecho, se impuso por el momento a los sectores más duros de al MUD que preferían acortar el mandato de Maduro por ley, lo que de hecho nunca sucederá mientras el Gobierno se mantenga en sintonía absoluta con el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
El chavismo no da por hecho que el referendo sea una realidad. LA CNE revisa celosamente las casi dos millones de firmas entregadas al organismo. No solo piensa tomarse un mes más de tiempo, en un país donde para ahorrar energía no se trabaja de miércoles a lunes en el sector público, medida que se mantendrá aún durante las dos próximas semanas.
Las autoridades dijeron haber detectado “irregularidades” en los avales. Ramos Allup afirmó, por su lado, que Tibisay Lucena, de la CNE, y Jorge Rodríguez, un alto dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (oficialismo), “están trabajando para frustrar el revocatorio por órdenes de Nicolás (Maduro)”.
Paralelamente a la manifestación opositora, simpatizantes del Gobierno han marchado hacia el Palacio de Miraflores en defensa de los planes de vivienda. Lo han hecho después de que el TSJ declarara “inconstitucional” un proyecto de Ley de Otorgamiento de Títulos de Propiedad a Beneficiario de los que ya habitan los apartamentos.
Para el chavismo, esa ley abre la puerta a un mercado inmobiliario y especulador. La necesidad política principal de los defensores de Maduro es no dejar la calle a la oposición. De hecho, una de las consignas de los convocantes ha sido “Asamblea Nacional, contra el pueblo no podrás”. Muchos temieron que sucediera lo peor si se encontraban unos y otros. Pero no ha ocurrido.