TERCER ATAQUE EN ALEMANIA
El refugiado sirio que atacó un bar en Alemania tenía que haber sido expulsado a Bulgaria
El Gobierno de Merkel investiga a 59 refugiados ante sospechas terroristas
El solicitante de asilo sirio de 27 años que ayer murió tras detonar un artefacto explosivo en la localidad de Ansbach (sur de Alemania) e hirió a doce personas tenía una orden de expulsión a Bulgaria, pero no había sido ejecutada. Según explicó en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Interior, Tobias Platte, se está investigando por qué no se le había expulsado del país, procedimiento del que son responsables los estados federados.
El hombre llegó a Alemania hace dos años y presentó una solicitud de asilo, que fue denegada hace un año. Desde entonces vivía en un albergue de Ansbach.
Platte explicó que los ciudadanos sirios a los que se les deniega una petición de asilo "en ningún caso" son expulsados en estos momentos a su país de origen, pero sí pueden ser devueltos a otros países europeos en los que fueron antes registrados. En el caso del joven sirio sospechoso de haber provocado la explosión de ayer había constancia de su paso por Austria y Bulgaria.
El caso ha reactivado el debate sobre la situación de los refugiados en Alemania, país al que llegaron el año pasado cerca de 1,1 millones de solicitantes de asilo y que en el primer semestre ha recibido ya a 220.000.
El Ministerio de Interior alemán informó hoy de que en estos momentos se investiga a 59 refugiados o solicitantes de asilo por presuntas inclinaciones yihadistas, en muchos casos por indicios apuntados por compañeros de los propios albergues.
En rueda de prensa, el portavoz del Ministerio, Tobias Plate, dejó claro que ninguno de los autores de los últimos ataques violentos registrados en Alemania se encontraba entre las personas investigadas y pidió de nuevo prudencia antes de vincular la explosión registrada ayer en Ansbach con el terrorismo islamista.
Tras señalar que las pistas suelen llegar a las fuerzas de seguridad desde el entorno más cercano a los refugiados, señaló que se han recibido informaciones de alrededor de 400 casos presuntamente sospechoso.
Sobre las 59 investigaciones en marcha, consideró difícil saber en qué momento esas personas se radicalizaron, si antes o después de entrar en el país. Las autoridades alemanas, continuó, vigilan a más de 500 personas consideradas potencialmente peligrosas en los círculos islamistas y a otras 360 que denominó "personas relevantes".
Plate pidió esperar al desarrollo de las investigaciones en Ansbach, donde ayer un refugiado sirio murió al detonar una artefacto explosivo e hirió a doce personas, y señaló que por el momento no hay "indicios de peso" que apunten a "un delito contra la seguridad del Estado".