El atentado de Ansbach aviva el temor al yihadismo en Alemania
El joven sirio declaró ser seguidor del EI y la intención de atacar en su país de acogida.
El lugar donde se produjo una explosión el domingo en Ansbach. KARL-JOSEF HILDENBRAND
EFE | ANSBACH
El temor al terror yihadista aumenta en Alemania con el segundo atentado de corte islamista en una semana, tras confirmarse que el solicitante de asilo sirio que el domingo se mató al detonar una bomba en Ansbach había grabado en un vídeo su intención de atacar en el país de acogida en nombre de Alá.
Como ocurrió después de que el pasado lunes un refugiado afgano de 17 años atacara con un hacha a los pasajeros de un tren regional de Baviera, el grupo yihadista Estado Islámico (EI), aseguró ayer que el suicida de Ansbach era uno de sus «soldados».
El joven sirio había grabado un vídeo en el que se declaraba seguidor de Abu Bakr al Bagdadi, líder del Estado Islámico, y anunciaba su intención de atentar contra alemanes.
Con ese objetivo, el atacante intentó entrar al festival de música que se celebraba en el centro de la ciudad con la asistencia de 2.500 personas, pero no se le dejó pasar porque no tenía entrada.
El hombre, de 27 años y originario de Alepo, había llegado hacía dos años a Alemania y su petición de asilo había sido denegada tras comprobarse que había recibido antes protección en Bulgaria.
La orden de expulsión a ese país quedó en suspenso por sus problemas psicológicos pero se reactivó el pasado 13 de julio. Debía abandonar Alemania en treinta días y los investigadores deben aclarar si esa orden fue un desencadenante de su acción.
En el albergue en el que vivía el joven, que contaba con seis perfiles en Facebook, se hallaron materiales susceptibles de ser utilizados para fabricar bombas, como gasolina, pilas, alambres o ácido clorhídrico. La policía se incautó también de un ordenador portátil con violentas imágenes del EI, dos teléfonos móviles, varias tarjetas SIM y un «fajo de billetes de 50 euros».
La explosión, que lanzó piezas de metal a veinte metros, le destrozó la aorta, el pulmón y el hígado y murió de forma inmediata. En la autopsia se ha descubierto que tenía «heridas de guerra» en las piernas y los pies.
El titular de Interior, Thomas de Maizière, advirtió contra la tentación de caer en una sospecha generalizada sobre los refugiados y recalcó que «la inmensa mayoría» huye de la persecución o busca de una vida mejor. Ambos debates deben ser «separados totalmente», recalcó.
Según los datos de su departamento, en estos momentos se investiga a 59 refugiados o solicitantes de asilo por presuntas inclinaciones yihadistas, en muchos casos por indicios apuntados por compañeros de los propios albergues.
Pese a las advertencias del ministro, la derecha radical de Alternativa para Alemania (AfD) no tardó en reaccionar a la noticia del trasfondo yihadista en el ataque y señaló a la política de refugiados de Angela Merkel como «el mayor peligro que ha tenido Alemania desde el fin de la guerra fría».