Diario de León

Trump vuelve a desatar la polémica en otra indirecta en contra de Clinton

El magnate ha sido acusado de incitación de la violencia contra su rival demócrata.

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efe | washington

El candidato republicano a la Presidencia de EEUU, Donald Trump, fue objeto de críticas tras asegurar ayer que los amantes de las armas pueden «hacer algo» para detener a su rival, la demócrata Hillary Clinton, lo que fue interpretado como un llamamiento a la violencia.

En un acto celebrado en Carolina del Norte, Trump insistió que Clinton «quiere abolir la Segunda Enmienda», incluida en la Constitución de EE UU y que defiende el derecho a tener armas. Lo polémico fue el comentario que añadió: «Por cierto, si consigue elegir jueces, no va a haber nada que podamos hacer, aunque para la gente de la Segunda Enmienda, quizá sí que hay algo (que pueden hacer). No lo sé», afirmó.

Inmediatamente, las críticas en las redes sociales y los medios de comunicación, especialmente del bando demócrata, no se hicieron esperar.

«Trump emplea amenazas de muerte porque es un cobarde patético que no es capaz de asimilar el hecho de que pierde frente a una mujer», dijo en su cuenta de Twitter la senadora demócrata Elizabeth Warren.

El multimillonario neoyorquino ha calificado reiteradamente a Warren de manera peyorativa como «Pocahontas», en referencia a los supuestos orígenes indígenas de la senadora.

Como suele ser habitual, el magnate recurrió a la misma red social para culpar a los medios. «¡Lo que he dicho es que los ciudadanos partidarios de la Segunda Enmienda deben votar para salvar a nuestra Constitución!», subrayó después.

Clinton salió, por su parte, al paso con un tuit en el que subrayaba que «una persona que busca ser presidente de EEUU no puede sugerir la violencia de ninguna de las maneras».

Una de las reacciones más contundentes provino del exdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el general retirado Michael Hayden, quien recalcó que, «si otra persona hubiera dicho eso fuera del salón, estaría en la parte de atrás de una furgoneta de policía, con el Servicio Secreto y siendo interrogado».

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