Trump plantea un test ideológico para los inmigrantes en EE UU
El magnate ofrece un discurso en Ohio con medidas para combatir el terrorismo yihadista.
efe | washington
El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, propuso ayer el establecimiento de un test ideológico para inmigrantes que quieran acceder a Estados Unidos, como herramienta para luchar contra el terrorismo yihadista.
«Sólo deberíamos admitir en este país a aquellos que comparten nuestros valores y respetan a nuestra gente», afirmó Trump en un discurso sobre su estrategia para combatir el terrorismo, pronunciado en Ohio.
«Además de revisar a todos los miembros y simpatizantes de grupos terroristas, debemos cribar a quienes tienen actitudes hostiles hacia nuestro país o sus principios, o creen que la Sharia (ley islámica) debería suplantar a la ley estadounidense», puntualizó el candidato republicano.
«Quienes no creen en nuestra Constitución o apoyan el fanatismo no deberían ser admitidos para inmigración a nuestro país. Sólo deberían expedir visados a quienes esperan prosperar en nuestras fronteras», agregó.
Para acometer esas medidas, Trump remarcó que su país tendrá que «suspender temporalmente la inmigración desde algunas regiones peligrosas que tienen un historial de exportación de terrorismo».
El aspirante republicano repasó algunos de los atentados cometidos en EE UU, como los perpetrados en diciembre de 2015 en San Bernardino y en Orlando en junio pasado, que dejaron 14 y 49 muertos, respectivamente, y fueron cometidos por musulmanes estadounidenses que simpatizaban con el EI.
«Derrotaremos al terrorismo radical islámico», zanjó Trump, quien culpó del ascenso del EI a las «políticas» del presidente de EE UU, Barack Obama, y su rival, Hillary Clinton, cuando ejercía de secretaria de Estado.
El multimillonario pronunció el discurso una semana después de que medio centenar de ex altos cargos republicanos publicaran una carta en la que expresaban su oposición a la candidatura deTrump al considerarlo un «peligro».
La alocución de Trump en Ohio también coincide con un gran bache del magnate en las encuestas, que encabeza Clinton con un amplio margen, si bien en algunos estados «bisagra» la ventaja de la ex secretaria de Estado es más ajustada.