Obama acelera el traslado de los presos para cerrar Guantánamo
El presidente de EE UU quiere cumplir la promesa que adquirió cuando llegó a la Casa Blanca.
La bandera americana ondea en la prisión de Guantánamo, en una imagen de archivo. MIKE BROWN
jairo mejía | washington
El Gobierno de Barack Obama anunció a última hora del lunes su mayor transferencia de presos en un solo día hasta la fecha, para dejar en 61 el número de internos del penal de la Bahía de Guantánamo (Cuba), acelerando así el cierre de una cárcel para la que el Congreso de EEUU tendrá la última palabra.
El presidente estadounidense abandonará la Casa Blanca en enero de 2017 y quiere cumplir su promesa de cerrar la prisión heredada de George W. Bush. Con estas transferencias quedan solo una veintena de aquellos internos de Guantánamo que están en prisión pero no se han presentado cargos en su contra.
De los 41 restantes, siete tienen cargos en su contra, 17 son los llamados «prisioneros eternos», que son considerados peligrosos, y otros 17 esperan que su caso sea revisado o enviado a las comisiones militares.
Durante la campaña electoral, los candidatos a la Casa Blanca han mostrado posturas contrapuestas sobre la prisión. La candidata demócrata, Hillary Clinton, se inclinó por cerrar la prisión si Obama no consigue transferir a centros estadounidenses a los presos que no pueden ser trasladados. Por su parte, Donald Trump abogó por llenar de nuevo las celdas de máxima seguridad de Guantánamo de terroristas extranjeros y también de sospechosos con nacionalidad estadounidense. Sin emabrgo, el Congreso se sigue resistiendo a que los sospechosos de terrorismo viajen a territorio estadounidense, así sea para pasar el resto de sus días entre rejas o para ser puestos en un corredor de la muerte.
No obstante, cerrar el penal de Guantánamo se ha convertido en una de las promesas de Obama más difíciles de cumplir.
El congresista republicano Jeff Duncan, criticó la transferencia de más presos y la decisión «unilateral» del presidente Obama de cerrar el penal. En su opinión, el presidente «ignora los peligros de nuestros tiempos», lo que es síntoma de «una política exterior irresponsable.
La Casa Blanca sostiene que la prisión de Guantánamo es un instrumento de reclutamiento de yihadistas, al servir de ejemplo de detención fuera de los estándares de la Justicia ordinaria, y su mantenimiento cuesta más de 400 millones de dólares anuales. La organización Amnistía Internacional celebró las nuevas transferencias de lo que considera un proyecto legal que es «una mancha» en la historia de Estados Unidos.