MOVILIZACIONES EN FRANCIA
Los sindicatos franceses llevan al terreno judicial la batalla contra la reforma laboral
Este jueves han convocado la última gran movilización en las calles para exigir su derogación
Los sindicatos opuestos a la reforma laboral del presidente François Hollande no tiran la toalla pero cambian de estrategia. La Confederación General del Trabajo (CGT), primera central sindical del país, y Fuerza Obrera (FO) seguirán dando la batalla para exigir la derogación de la ley, aprobada el pasado 21 de julio tras cinco meses de protestas y un motín en la izquierda parlamentaria que obligó al Ejecutivo a echar mano del decreto.
Este jueves, las centrales sindicales han llamado a la huelga en el sector público y convocado la decimocuarta y última gran movilización en las calles para impedir que se aplique un texto que consideran lesivo para los derechos de los trabajadores. Ha habido desfiles en más de un centenar de ciudades.
En París, la manifestación transcurrió desde la plaza de la Bastilla hasta la de la República y, como en anteriores ocasiones, se ha visto salpicada de incidentes violentos. Hay al menos nueve detenidos por enfrentamientos con las fuerzas del orden y seis heridos. Los sindicatos hablan de 40.000 personas en las calles de París mientras la policía deja la cifra en 13.000.
ACUDIR A LA OIT
En todo caso, a partir de ahora, el pulso con el Gobierno se desplazará al terreno judicial. Los sindicatos barajan presentar un recurso de inconstitucionalidad e incluso acudir a la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
También se trasladará al interior de las empresas, para que los trabajadores rechacen la aplicación de los artículos más polémicos, como la duración de la jornada laboral o la remuneración de las horas extraordinarias, durante las negociaciones colectivas.
Por otro lado, los paros han sido escasamente secundados y apenas han tenido incidencia en trenes y metros. Ha habido más problemas en el espacio aéreo por la anulación del 20% de los vuelos operados desde el aeropuerto parisino de Orly.
“No es el último combate. Estamos decididos”, ha advertido en la cabecera del desfile parisino el secretario general de la CGT, Philippe Martínez, quien ha acusado al Gobierno de convertir a Francia en un país “antisocial”.