EEUU
Obama inaugura el museo afroamericano en Washington en pleno repunte de violencia racial
El primer presidente negro de EEUU apela a derribar las barreras de discriminación que todavía existen. "No somos una carga para América ni una mancha o un objeto de pena o caridad. Somos América", afirma
En 1915, un grupo de negros veteranos de la guerra civil en Estados Unidos propusieron por primera vez la creación de un museo que reconociera las aportaciones de su raza al país. Este sábado, 101 años después, el acariciado sueño se ha hecho realidad. En el Mall de Washington, a tres manzanas de esa Casa Blanca que construyeron esclavos y por la que tuvieron que pasar 43 presidentes antes de que llegara al Despacho Oval Barack Obama, el primer negro, ha abierto sus puertas el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana. Y la inauguración ha sido una reivindicativa celebración de la historia, dolorosa pero también triunfante, de una comunidad que ha superado la esclavitud, la segregación y la supresión de sus derechos civiles pero aún lucha por derribar barreras de marginación, discriminación y violencia racial.
La persistencia de esas barreras la ha recordado Obama, que no ha huido en su discurso de mencionar las protestas que estos días han vuelto a reactivarse en Charlotte (Carolina del Norte) tras la muerte de otro ciudadano negro a manos de la policía en circunstancias oscuras. Y tras asegurar que “protesta y amor al país no solo coexisten sino que se dan forma mutuamente”, Obama se ha mostrado esperanzado en que una visita al nuevo museo “pueda ayudar a un visitante blanco a entender el dolor y la rabia de manifestantes en lugares como Ferguson o Charlotte”, en referencia también al suburbio de San Luis (Misuri) donde hace dos años nació el movimiento Black Lives Matter.
Obama también se ha mostrado esperanzado en que los visitantes negros pueden entender que hay agentes del orden blancos que "están intentando hacer lo correcto". Y ha asegurado que llevar una camiseta con ese 'no puedo respirar' que gritaba Eric Garner antes de morir asfixiado por la policía por vender cigarrillos sueltos en Staten Island, no está reñido con poder sentir dolor también por policías asesinados.
ENFRENTAR LA HISTORIA
La inauguración del museo, no obstante, ha sido la oportunidad de una mirada a la realidad racial no constreñida solo al momento actual. Y es algo que ha puesto de manifiesto el expresidente George W. Bush, que en 2003 firmó la ley que permitió la construcción del museo, en unas palabras de las que luego se ha hecho eco Obama. “Una gran nación no esconde su historia”, ha dicho para añadir: “Enfrenta sus fallos y los corrige”.
Ha sido también oportunidad para la reivindicación de una raza. “No somos una carga para América, o una mancha, o un objeto de vergüenza, pena o caridad. Somos América”, ha proclamado Obama, que se ha mostrado esperanzado de que el nuevo museo ayude “a hablar unos con otros, escucharnos y, sobre todo, vernos”.
Con las elecciones para darle el relevo dentro de 45 días, Obama también ha lanzado un mensaje político. “Un museo por sí solo no aliviará la pobreza, ni eliminará la violencia de armas de fuego ni asegurará inmediatamente que la justicia es ciega, ni borrará todos los casos de discriminación”, ha dicho. “Eso depende de nosotros. Y requiere expresarse y organizarse y votar hasta que nuestros valores se reflejen en nuestras leyes, nuestras políticas y nuestras comunidades”.