CRISIS POLÍTICA
El Gobierno de Venezuela califica de "fracaso" la huelga general
La oposición la considera un triunfo y se prepara para marchar el miércoles frente a la sede del Ejecutivo. El diálogo entre las partes se debe iniciar este sábado en medio de un creciente pesimismo
“Huelga cívica”, dijo la oposición. “Huelga golpista”, la definió el Gobierno de Nicolás Maduro. Cada uno habló de un país diferente, ajustado a sus aspiraciones. Para el chavismo, la protesta fue desestimada por la población. La opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) la consideró, por su parte, un triunfo que abona el camino que debe llevarla el próximo miércoles frente al Palacio de Miraflores a exigir la realización de un referendo revocatorio que ha quedado en el limbo. Los bolivarianos ya advirtieron: la manifestación nunca llegará hasta la sede del poder ejecutivo. La posibilidad de situaciones violentas es alta y solo la puede desactivar un resultado positivo del primer encuentro entre las partes, el próximo domingo y en la isla Margarita, bajo el auspicio del Vaticano. “Le corresponde dar al Gobierno las garantías. El balón está en su campo”, dijo Miguel Pizarro, de la MUD.
La Unidad de Acción Sindical y Gremial, cercana a la coalición de centroderecha, reivindicó el derecho a la medida de fuerza y negó que haya sido una iniciativa de la patronal: “Es la sociedad civil que reclama la reinstauración del orden constitucional”. A primeras horas de la mañana, los dirigentes de la MUD se encargaron de difundir imágenes de las principales avenidas y carreteras vacías. Según el diputado Freddy Guevara, esa desolación matinal “lo dijo todo”. El gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles, comparó “la soledad de las calles con la soledad de la cúpula corrupta del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)”. “La inmensa mayoría del país respaldó la huelga”, concluyó el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup. El diputado se burló de “la algarabía comunicacional” del Gobierno y su empecinamiento en mostrar en las pantallas que nada había ocurrido. A su vez, reivindicó a su vez las atribuciones de la Asamblea para iniciar el juicio político del presidente. De hecho, Ramos Allup citó a Maduro para que el lunes comparezca ante el Congreso. Se sabe de antemano que no se presentará.
TODO NORMAL
El ministro de Trabajo, Osvaldo Vera, se mostró en el centro de Caracas como si fuera un cronista del canal televisivo del chavismo, Venezolana de Televisión. Tomó el micrófono con fuerza y dijo: “Otro fracaso de la derecha. No hubo huelga insurreccional. Se impuso la sensatez gracias a una clase obrera consciente. Todo los reportes que tenemos es que el país funciona normalmente. Vemos los comercios abiertos”. El general Vladimir Padrino López, ministro de Defensa y comandante de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, participó de la conmemoración de los 140 años del traslado de los restos del libertador Simón Bolívar al Panteón Nacional, en el centro de la capital. Con un oído escuchó la misa. El otro estuvo atento a los efectos del despliegue militar en todos los centros productivos estratégicos. La orden de Maduro había sido clara: empresa que se sumaba a la protesta debía ser tomada por los uniformados y los trabajadores.
Empresas Polar rechazó “el hostigamiento” del que asegura que fueron víctimas tanto sus empleados como Lorenzo Mendoza, el dueño de la principal productora de alimentos de Venezuela, convertido por Maduro en una suerte de bestia negra. “Es lamentable que en lugar de enviarnos materia prima para poder producir, que es lo que necesitamos en Empresas Polar, nos manden a cuerpos de seguridad para amedrentarnos y acosarnos sin ninguna razón”, señaló la firma.
"AL COMBATE ME VOY"
El chavismo realizó varios actos en todo el país. Maduro volvió a ser aclamado, esta vez por los estudiantes. En Guanare, en el estado de Portuguesa, a 431 kilómetros de Caracas, Diosdado Cabello, uno de los hombres fuertes del Gobierno, pidió a sus seguidores “jurar” que “ellos nunca volverán”. Al compás de una canción que repetía “al combate me voy”, Cabello llamó a “toda Venezuela” a rodear Miraflores el próximo miércoles. “Ay, señores escuálidos, todo el pueblo se va a Caracas. No saben con quién se están metiendo, señores de la burguesía. No gobernarán nunca más en la vida. Tendrán que llevarse por delante a muchos venezolanos”. Por si hiciera falta, el exteniente Cabello subrayó: “No queremos el referendo revocatorio. No nos van a imponer nada por la fuerza”.
CUMBRE IBEROAMERICANA
Cartagena de Indias volvió a ser escenario de los desvelos regionales. Semanas atrás se firmó a las puertas del mar Caribe el acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC que un plebiscito puso luego en discusión. En esa misma ciudad de ensueño comenzó sin mayores lucimientos la Cumbre Iberoamericana. Diez de los 22 presidentes o jefes de Gobierno permanecieron en sus respectivos países. Mariano Rajoy, Mauricio Macri, Michel Temer y Raúl Castro están entre los ausentes. Nicolás Maduro se encuentra en Caracas en medio de una crisis que no parece dar respiro. Pero la situación venezolana se convertirá en uno de los asuntos centrales de la cumbre que se realiza hasta el sábado. Las Organizaciones Empresariales Iberoamericanas pidieron a los asistentes a la cumbre que se pronuncien de manera “efectiva y concreta”. Si bien se anunció que no se emitirá un documento final, los asistentes ya fijaron posiciones. De hecho, en vísperas de la reunión, 12 países latinoamericanos pidieron “voluntad política” para alcanzar un acuerdo mínimo entre las partes enfrentadas y que se respeten “el estado de derecho y las garantías constitucionales y permitan a todos los venezolanos ejercer sus derechos fundamentales”.