ELECCIONES EN FRANCIA
François Fillon, favorito para convertirse en candidato al Elíseo de la derecha francesa
Los sondeos le atribuyen el 61% de votos frente al 39% de su rival, Alain Juppé, en la segunda y definitiva vuelta de las primarias
El exprimer ministro francés, François Fillon, parte como gran favorito para convertirse este domingo en el candidato de la derecha a las elecciones presidenciales de la próxima primavera.
Los sondeos le auguran un 61% de votos en la segunda y definitiva vuelta de las primarias organizadas por el partido ‘Los Republicanos’, muy por delante del 39% que lograría su principal rival y segundo clasificado en la contienda, Alain Juppé, exprimer ministro de Jacques Chirac y actual alcalde de Burdeos.
Defensor de una auténtica terapia de choque para sacar a Francia de la crisis que arrastra desde hace décadas, Fillon ha sido la gran sorpresa de unos comicios que han registrado un récord de participación (han acudido a votar más de 4 millones de personas en la primera vuelta) y a los que se ha presentado con un proyecto de cambio ‘radical’ bien anclado en la derecha del tablero político. Su diagnóstico es que Francia “nunca ha sido tan de derechas como ahora”.
Fillon propone una cura de austeridad de corte neoliberal e inspiración thacheriana para adaptar el modelo social francés a las exigencias de la globalización. Plantea recortar el gasto público en 110.000 millones de euros, acabar con la jornada laboral de 35 horas, eliminar 500.000 puestos de funcionarios y situar en los 65 años la edad legal de la jubilación que ahora es de 62 años.
El exprimer ministro de Nicolas Sarkozy entre 2007 y 2012 ha logrado el apoyo de la clase empresarial, la conservadora burguesía de provincias y del electorado católico. Más que su liberalismo económico, donde las diferencias son de intensidad y matiz, es su ideario social y su política exterior lo que le separa de su contrincante.
LA DERECHA MODERADA DE JUPPÉ
Alain Juppé, durante meses favorito para encabezar el cartel electoral, ofrece un perfil de centro derecha moderado y se aleja de la rusofilia de Fillon y de su postura sobre el matrimonio homosexual o el aborto, al que Fillon es contrario a título personal, aunque ha garantizado que no habrá modificaciones ni en esta ley ni en la que afecta a las parejas homosexuales. No obstante, de llegar al Elíseo ha prometido revisar el derecho de los gais a la adopción.
En su último mitin antes de la última y definitiva vuelta de las primarias, Fillon ha criticado las “caricaturas” de la izquierda, que le presentan como un candidato reaccionario. “La izquierda descubre, sorprendida, a un candidato gaullista, un candidato de derechas, apoyado por un pueblo de derechas con un programa para Francia”, dijo en París ante miles de seguidores.
Juppé, por su parte, ha subrayado hasta el final los puntos de desencuentro con el ex primer ministro, poniendo el acento en la “brutalidad” del plan de Fillon para reducir el número de funcionarios y erigiéndose en defensor del modelo social francés. “No haré demagogia con la función pública”, proclamó en Nancy durante el acto de cierre de campaña. “No hay liberalismo sin justicia”, añadió.
El vencedor de las primarias -abiertas a todo aquel que pague dos euros y firme una carta de adhesión a los valores del centro derecha- tiene muchas posibilidades de convertirse en el próximo presidente de la República. La división de la izquierda francesa y la pujanza del Frente Nacional vaticinan que el candidato de ‘Los Republicanos’ se enfrentará a la ultraderechista Marine Le Pen el próximo mes de mayo.