Ángela Merkel: «Que no nos paralice el miedo»
El atentado en pleno corazón de Berlín y la detención de un solicitante de asilo de origen paquistaní, puesto ayer en libertad, provocaron un aumento de las presiones, sobre todo desde la derecha y la extrema derecha, para que la canciller federal, Angela Merkel, dé un giro radical a su política de acogida de refugiados. Líderes de la populista Alternativa para Alemania (AfD), pero también el presidente de la Unión Socialcristiana (CSU) y jefe del Gobierno de Baviera, Horst Seehofer, reclamaron un mayor endurecimiento de la ley de asilo. La canciller dejó claro que éste no es el momento para esa discusión. Tras mostrarse «indignada, conmocionada y profundamente triste» por lo sucedido, la jefa del Gobierno aseguró que él o los autores del atropello asesino serán castigados «con toda la dureza que permiten nuestras leyes, pero ahora que no nos paralice el miedo», recalcó.
Condolencias
Los jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos el presidente del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, el americano Obama, la Liga Árabe o los líderes europeos, transmitieron a la canciller «su apoyo en el esclarecimiento del trasfondo del ataque y subrayaron la necesidad de la solidaridad europea en la lucha contra el terrorismo», como señaló ayer el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, en un comunicado.
Los presidentes y primeros ministros hicieron llegar asimismo a la canciller su más profundo pésame y le pidieron que traslade sus condolencias a los familiares de las víctimas, además de desear una pronta recuperación a los heridos.
El portavoz del Ejecutivo precisó que la canciller habló con los presidentes de Francia, François Hollande, y Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y los primer ministros de Italia, Paolo Gentiloni; Grecia, Alexis Tsipras; Polonia, Beata Szydlo, y Suecia, Stefan Löfven, así como con el presidente del Gobierno español.