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VISITA A LA CASA BLANCA

Trump recibe a su viejo amigo Mauricio Macri

Los mandatarios de EEUU y Argentina trataron de hacer negocios en los años 80 y ahora tienen otros intereses comunes que pueden unirlos

Macri y su mujer, Juliana Awada, a punto de embarcarse en el avión con destino a Houston (Tejas), inicio de su visita oficial a EEUU, el 25 de abril.

Publicado por
ABEL GILBERT
León

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“Me encanta Buenos Aires, es una hermosa ciudad. Conozco grandes hombres de negocios en la región, como Macri. Es un buen tipo”, dijo alguna vez Donald Trump sobre el presidente argentino, cuando ninguno de los dos pensaba que el destino volvería a encontrarlos como jefes de Estado. Trump recibe este jueves al hombre con el que intentó hacer negocios hace tres décadas.Las expectativas son diferentes: al igual que en los años 90,Washington quiere tener en la región un aliado fiel y en sintonía con su agenda internacional. Mauricio Macri espera que su anfitrión ayude al país a recuperar posiciones en el mercado norteamericano.

Macri apenas sobrepasaba los 20 años cuando su padre Franco, dueño de un emporio engordado notablemente durante la última dictadura militar, lo envió a Manhattan con un mandato familiar: asociarse a The Trump Organization. Los Macri querían levantar en Nueva York un edificio de 150 pisos que simbolizara su poderío económico. Cuenta Gabriela Cerruti en 'El Pibe', la biografía del presidente argentino, que esa vez Trump le extendió a Macri un cheque por 150 millones de dólares. “Cuando vi esa cantidad de ceros pensé: nunca más voy a ver un cheque así en mi vida”, le contó Macri a Cerruti sobre lo que ocurrió en la intimidad de una suite del hotel Sherry Netherlands. Con ese dinero, el magnate norteamericano, que por entonces estaba cerca de los 40 años, se garantizaba la participación en el proyecto inmobiliario.

Las gestiones para llevar adelante ese millonario emprendimiento fueron largas e infructuosas. El joven Mauricio recibió a Trump en Buenos Aires como una suerte de guía turístico en 1984.“Es una larga historia, de hace mucho tiempo”, recordó recientemente. Lo paseó por la capital, le contó secretos de su noche incansable y también lo llevó al balneario uruguayo de Punta del Este, donde muchos potentados argentinos tienen sus mansiones estivales. Jugaron también al golf. El negocio conjunto fracasó y décadas más tarde, cuando la primera Trump Tower de América del Sur se apresta a abrir sus puertas en Punta del Este, los dos protagonistas de esas juergas se verán otra vez en Washington. Habían hablado por teléfono a mediados de febrero, cuando se programó el viaje.

LA CUESTIÓN VENEZOLANA

A pesar de las complicidades de los años 80, Macri apostó porHillary Clinton en las elecciones estadounidenses, convencido de que ella fortalecería los vínculos iniciados con Barack Obama en Buenos Aires. Ganó Trump y el mandatario argentino tuvo que girar sobre sus pasos. No le fue difícil: comparten un origen común y varios postulados ideológicos. La situación venezolana es, por lo pronto, un tema de coincidencias automáticas. Macri se ha convertido en uno de los mandatarios que con mayor vehemencia y periodicidad se enfrenta con Nicolás Maduro. Argentina espera además fortalecer las relaciones con la DEA, la agencia antidrogas de EEUU, prácticamente rotas durante los años que gobernaron losKirchner, y atenuar los efectos del giro proteccionista de la Casa Blanca.

LA NECESIDAD DE INVERSIONES

Antes de verse con Trump, Macri ha visitado Houston y Tejas parapromover las inversiones petroleras en Vaca Muerta, una de las reservas potenciales de gas no convencional más importantes del mundo. “Necesitamos que las mejores empresas vengan a asociarse con Argentina”, pidió el presidente a los empresarios del sector. Con un mensaje similar de apertura, Macri visitará China a mediados de mayo. La necesidad de inversiones extranjeras es vital para el Gobierno. La economía volvió a caer en febrero (un 2,2% respecto del mismo mes del 2016) y la inflación se sigue mostrando difícil de controlar. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), una familia argentina necesita 910 dólares para no caer en la pobreza, que castiga a casi el 33% de los habitantes.

Mientras Macri le garantizaba en Houston a sus interlocutores que su Gobierno estaba decidido a emprender “un camino responsable, un camino donde nos decimos la verdad, un camino donde las cosas se hacen con transparencia, con honestidad”, frente a la sede del Ejecutivo, en la Plaza de Mayo, pequeños productores de frutas y verduras repartieron 40.000 kilogramos de sus productospara hacer visibles sus reclamos. La devaluación de la moneda, de un 40% a principios del 2016, la inflación, los aumentos de tarifas, el precio del alquiler de la tierra y la imposibilidad de acceder a créditos, dijeron, “nos está robando la posibilidad de un futuro”.