La lluvia amaina tras cuatro intensos días y los muertos aumentan a 151 en Sri Lanka
C. Dissanayake | colombo
La lluvia dio ayer un pequeño respiro al sur y suroeste de Sri Lanka tras cuatro días de intenso azote del monzón que ha causado 151 muertos y más de un centenar de desaparecidos a causa de las inundaciones y sobre todo los deslizamientos de tierras.
Con el agua subiendo aún en algunos ríos y cambiando esa tendencia en otros, más de 100.000 personas han debido ser evacuadas y hay cerca de medio millón de afectados en 15 de los 25 distritos de la isla, de acuerdo con el Centro de Gestión de Desastres (DMC), que también contabiliza 95 heridos.
Pese al respiro momentáneo, el pronóstico del Departamento de Meteorología es que las precipitaciones se intensifiquen en las próximas horas, indicó el director general de esa institución, S.R. Jayasekara.
Ayer su departamento lanzó varias alertas ante la previsión de fuertes vientos durante las próximas 48 horas debido a una depresión tropical que se ha formado en el Golfo de Bengala que podría afectar al país desde hoy.
Las autoridades prevén hasta 100 milímetros de agua en las próximas horas en las zonas afectadas por las inundaciones y en zonas del centro del país, que habitualmente sufre en esta época del año los efectos del monzón.
El director del Departamento de Hidrología, M. Thuraisingham, informó en rueda de prensa que hay preocupación porque algunos diques que se han levantado para contener el agua tienen fisuras y filtraciones en diferentes zonas de los ríos Nilvala y Gin Ganga, en el sur; y en el Kalu Gaga, en la provincia occidental.
Parte de los distritos costeros de Galle, Matara y Kalutara, que constituyen un importante polo turístico, están bajo el agua y el resto de esos territorios están amenazados.