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Trump condena a los supremacistas tras la polémica por su tibieza

«El racismo es el mal. Y aquellos que causan violencia en su nombre son criminales», aseguró.

Donald Trump, durante su declaración sobre los brotes de violencia. CHRIS KLEPONIS

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León

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Cristina G. Casado | Washington

El presidente de EE UU, Donald Trump, condenó ayer al Ku Klux Klan (KKK), a los neonazis, a los supremacistas blancos y a «otros grupos de odio», después de dos días de críticas por la tibieza con que respondió al ataque en Charlottesville (Virginia).

«El racismo es el mal. Y aquellos que causan violencia en su nombre son criminales y matones, incluyendo el KKK, los neonazis, los supremacistas blancos y otros grupos de odio que son repugnantes para todo lo que valoramos como estadounidenses», dijo en una declaración televisada y sin preguntas desde la Casa Blanca.

«A todos los que actuaron criminalmente en la violencia racista de este fin de semana, rendiréis cuentas completamente. Se hará justicia», leyó Trump.

Poco antes de su comparecencia se supo que el juez negó de momento la libertad bajo fianza a James Alex Fields, el joven blanco con conocidas ideas neonazis que el sábado arrolló a un grupo de manifestantes antifascistas en el centro de Charlottesville. En el suceso murió Heather Heyer, de 32 años, y otras 20 personas fueron heridas, según el balance actualizado hoy por el presidente.

Trump, que comenzó su alocución alardeando de la buena marcha de la economía, condenó a los grupos de odio después de recibir durante 48 horas múltiples críticas, incluso desde su partido, por haber responsabilizado a «muchas partes» del «odio y fanatismo» vistos en esa ciudad de Virginia.

Argumentos

Ese fue su mensaje del sábado, en una breve declaración desde su club de golf de Bedminster (Nueva Jersey), sin apuntar a los supremacistas que convocaron la marcha «Unir a la derecha» en protesta por la retirada de una estatua del general confederado Robert Lee, considerado un símbolo de la defensa de la esclavitud y el racismo.

La polémica arreció pese a los intentos de la Casa Blanca, del vicepresidente, Mike Pence, y del fiscal general, Jeff Sessions, por argumentar que en la condena de Trump estaban incluidos el KKK, los neonazis y los supremacistas blancos. Tampoco ayudó a calmar las aguas, sino lo contrario, los mensajes de celebración publicados durante el fin de semana por algunos de estos grupos extremistas en internet, congratulándose de que Trump evitó mencionarles en su declaración.