SE MULTIPLICAN LAS DENUNCIAS
El caso de los escándalos sexuales en Reino Unido da un vuelco con el suicidio de un acusado
Aparece muerto un exconsejero regional de Gales que fue cesado y suspendido de militancia laborista
El escándalo de acosos sexuales que sacude hace días la política británica se habría cobrado la primera víctima mortal. Un responsable del Gobierno autónomo de Gales, el laborista Carl Sargeant, de 49 años, apareció muerto el martes en su domicilio, pocos días después de ser cesado y sometido a una investigación interna, por varias denuncias de carácter sexual . El que fuera consejero para las comunidades y los niños en la Asamblea regional se habría suicidado en la casa familiar de Connah's Quay, en el norte de Gales. La policía ha descartado circunstancias sospechosas en el óbito.
Casado y padre de dos hijos, el Gobierno galés le cesó y la dirección laborista le suspendió de militancia después de tener conocimiento de incidentes con varias mujeres, que no han sido desvelados. Sargeant fue informado por el ministro principal de Gales, Carwyn Jones, de las alegaciones que pesaban contra él. El político se dijo "sorprendido y dolido", al tiempo que prometió limpiar su nombre y reclamó "una investigación independiente urgente".
Corbyn, "muy impactado"
El martes su familia en un comunicado decía sentirse "destrozada", por la desaparición de, "un marido, un padre y un amigo muy amado". El líder del partido Laborista, Jeremy Corbyn, también afirmó haber quedado "muy impactado", por la muerte de Sargeant.
El luctuoso suceso es el último capítulo hasta ahora de un escándalo que tiene en vilo a la política británica. Desde que estalló el escándalo del productor de cine americano Harvey Weinstein, las lenguas se han desatado en los círculos del parlamento de Westminster, con acusaciones de acoso sexual contra diputados, por cuyo comportamiento en el pasado se les pide ahora cuentas. El oleaje alcanza también a los gobiernos autónomos de Escocia y Gales.
El pasado miércoles el que fuera ministro de Defensa británico, Michael Fallon, se vio forzado a presentar la renuncia a Theresa May, acusado de haber tocado la rodilla de una periodista hace 15 años y de haber tratado de besar a otra. Otros cuatro diputados conservadores están siendo investigados por el partido. El escándalo también obligó a dimitir al responsable en el gobierno escocés de asuntos infantiles, Mark McDonald , del Partido Nacional Escocés, por conducta inapropiada, en incidentes que el consideró "graciosos" y "amistosos