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LA EUROPA DE LOS 27

Bruselas propone limitar el período de transición del 'brexit' al 31 de diciembre de 2020

El negociador jefe de la UE, Michel Barnier, remite al Consejo las directrices que marcarán la segunda fase de las negociaciones

Michel Barnier durante su comparecencia, hoy, en Bruselas.

Publicado por
SILVIA MARTÍNEZ
León

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La Comisión Europea quiere que el período de transición tras el 'brexit' reclamado por el Reino Unido quede “claramente definido” y esté “limitado en el tiempo” y propone que no se extienda más allá del 31 de diciembre de 2020, frente a los dos años que ha pedido la primera ministra británica, Theresa May. Se trata de una de las novedades incluidas por el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, en el nuevo proyecto de directrices de negociación que marcarán la segunda fase del proceso de divorcio y que ha adoptado este miércoles el colegio de comisarios.

Es decir, el período transitorio concluirá 21 meses después de que Reino Unido salga oficialmente de la UE, el 29 de marzo de 2019. De esta forma, la salida coincidirá también con el final del actual marco presupuestario 2014-2020 al que Londres se han comprometido a seguir aportando. Las nuevas directrices recuerdan a Reino Unido que durante el periodo adicional seguirá participando en la unión aduanera y en el mercado único durante y que tendrá que aplicar el acervo comunitario como cualquier otro Estado miembro.

Además, tal y como estaba previsto, el Gobierno de Theresa May seguirá estando obligado a aplicar todos los instrumentos y estructuras existentes en la Unión Europea en materia de regulación, presupuesto, supervisión, justicia y ejecución, incluidas las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE. Los dos documentos publicados este miércoles también constatan que, a partir del 30 de marzo de 2019, Reino Unido ni estará representada en las instituciones europeas, agencias y otros organismos, ni tendrá voto. No obstante, Londres podría ser invitado a reuniones de los grupos de expertos o comités permanentes donde están representados los Estados miembros si las discusiones afectan a Reino Unido aunque no tendrá derecho de voto.

Líneas rojas de Londres

“Vamos a aplicar las líneas rojas que el propio Reino Unido ha decidido. Es el Reino Unido quien nos dice que no quiere ser parte del mercado único porque no quiere respetar las cuatro libertades (de personas, bienes, servicios y capitales), quien dice que no quieren formar parte de la unión aduanera porque quieren tener soberanía comercial, quienes dicen que no quieren reconocer la autoridad del Tribunal de Justicia de la UE”, ha insistido el negociador jefe europeo.

El siguiente paso ahora será la adopción de las directrices por parte de los ministros de los 27 en su reunión del 29 de enero con el objetivo de lanzar la segunda fase en el mes de marzo. Barnier ha vuelto a reconocer que los plazos son muy ajustados y que hay poco tiempo para cerrar un acuerdo sobre el divorcio. En este sentido, no ha dado pistas sobre el sentido de la futura declaración política pero ha urgido a no subestimar las dificultades que tendrá cerrar el proceso de divorcio dado que existen muchas posibilidades de que parte del futuro acuerdo comercial sea mixto lo que exigiría la ratificación por parte de los parlamentos nacionales e incluso algunos regionales.

Barnier también ha apuntado a las dificultades que se plantearán desde el punto de vista comercial una vez culmine la salida. “Jurídicamente la mañana después de la salida oficial de Reino Unido de las instituciones, dejará de estar cubierto por los acuerdos internacionales. Abandonará prácticamente 750 acuerdos firmados por la UE que abarcan al Reino Unido. Es el caso del CETA así que tendrán que prepararse”, opina el francés. El Gobierno británico tendrá que respetar las reglas que impiden negociar antes de la salida efectiva acuerdos comerciales con terceros países pero asegura que entenderán que establezcan “conversaciones exploratorias”.

En cuanto a la futura relación con la UE, Barnier ha apuntado a la posibilidad de negociar acuerdos de libre comercio similares a los que ya tienen con Canadá, Corea del sur y Japón. “Hay diferencias en estos modelos de cooperación y comercio. Pero la lógica sigue siendo la misma y esta lógica es la que aplicaremos a la negociación”, ha explicado confirmando que ya ha empezado los contactos con los parlamentos nacionales, sindicatos y representantes empresariales de los 27 sobre las futuras relaciones comerciales.