TÍMIDA APERTURA EN UN REINO ULTRACONSERVADOR
Arabia Saudí autoriza a las mujeres a entrar en los estadios de fútbol
Las autoridades saudís permiten por primera vez que las féminas acudan a ver un partido, aunque separadas de los hombres en las gradas
En otro gesto de tímida apertura, Arabia Saudí ha decidido que el fútbol será también ahora cosa de mujeres. Este viernes, las autoridades de la ultraconservadora monarquía del Pérsico han permitido que las saudís entren por primera vez en un estadio para presenciar un partido, aunque separadas en las gradas de los hombres. La medida, todo un hito en la patriarcal sociedad saudí, se enmarca en las reformas emprendidas en los últimos tiempos por la familia real para modernizar el país.
El acontecimiento se ha producido en Yeda (sudoeste), donde se enfrentaban los clubs locales Al Ahli y Al Batin, y es el primero de una serie de tres partidos de la Liga Profesional saudí que las mujeres podrán ver este mes. Mañana les abrirán las puertas del Estadio Internacional Rey Fahd, en Riad, la capital, y el día 18, las del Estadio Príncipe Mohamed bin Fahd, en la ciudad de Damman (este).
Las tres infraestructuras han sido ‘adaptadas’ para acoger al público femenino. Para ellas se han creado “secciones familiares”, separadas por barreras de la multitud masculina, donde tienen sus propios cuartos de baño, así como espacios de descanso, de culto, áreas para fumar e incluso entradas y párkings separados. El pasado 23 de septiembre ya pudieron asistir por primera vez, en una zona acotada para familias, a las celebraciones del Día Nacional de Arabia Saudí en el estadio de Riad.
El evento de hoy se inscribe en las sucesivas reformas que ha venido aplicando el rey Salmán desde su llegada al trono en el 2015, que han supuesto pequeñas mejoras para las mujeres saudís, pero que aún así siguen sujetas a un estricto sistema de tutoría patriarcal. El año pasado, el reino anunció un histórico decreto que las autorizará a conducir a partir del próximo junio, y también la reapertura de los cines –después de 35 años de prohibición- y la reemisión de visados turísticos.
A favor y en contra
Aunque muchos han acogido estos cambios con satisfacción, otros se han pronunciado en contra. En Twitter, un ‘hashtag’ en árabe sobre la entrada de las mujeres en los estadios de fútbol ya contaba hacia el mediodía con más de 50.000 tuits. Y había opiniones para todos los gustos: muchos lo usaron para escribir que las saudís deberían quedarse en casa, dedicarse a sus hijos y a preservar su fe, y no estar en un estadio donde la multitud masculina “con frecuencia blasfema y canta ruidosamente”.
El impulsor de estos cambios sociales y económicos no es otro que el príncipe Mohamed bin Salmán, de 32 años, hijo del rey Salmán, destinado a heredar un país en el que más de la mitad de la población tiene menos de 25 años y está hambrienta de cambios. Pero en lugar de otorgar a los ciudadanos más derechos políticos, el príncipe heredero ha buscado aumentar su popularidad frenando la influencia de los ultraconservadores. Los analistas consideran que, de hecho, sus reformas también apuntan en parte a aumentar el gasto local en entretenimiento mientras el país afronta años de déficit presupuestario en medio de una bajada continuada de los precios del petróleo, su principal fuente de ingresos.