CORRUPCIÓN POLÍTICA
Un caso de corrupción amenaza al primer ministro japonés
Unos documentos demuestran que una institución privada asociada a la esposa del mandatario compró un terreno público a un precio muy inferior al del mercado
El Ministerio de Finanzas de Japón ha admitido este lunes haber manipulado unos documentos que contienen la venta de un terreno público a un precio inferior al mercado a una institución privada relacionada con la esposa del primer ministro japonés, Shinzo Abe.
Los registros falsificados versan sobre un acuerdo alcanzado en 2016 para vender, aproximadamente a una décima parte de su valor, un terreno del Estado en la ciudad de Osaka a Moritomo Gakuen, una controvertida institución educativa que promueve ideas ultranacionalistas y con vínculos con la esposa de Abe, Akie Abe.
Un total de 14 documentos fueron reescritos por el ministerio tras destaparse el caso el año pasado, y fueron presentados en el Parlamento como prueba para desvincular a la Administración de la trama. No obstante, se ha conocido que los nombres de varios políticos fueron eliminados de los documentos, entre los cuales figuraba el de Akie Abe.
Directora honoraria
La esposa del primer ministro japonés iba a ser nombrada directora honoraria de la guardería proyectada en los terrenos comprados, algo que se descartó cuando el escándalo salió a la luz en febrero del 2017. Asimismo, el presidente de la institución educativa ha afirmado haber recibido un donativo personal de Abe de manos de su esposa, algo que el mandatario japonés ha negado.
"Pido perdón a todos", ha declarado Abe tras confirmarse la alteración de los documentos. "Esto podría mermar la confianza en el Gobierno al completo. Me siento profundamente responsable como jefe del Gobierno" ha señalado el primer ministro y ha añadido que espera que el ministro de Finanzas, Taro Aso, clarifique lo ocurrido y se asegure de que no vuelve a suceder.
Consecuencias políticas
El caso mermó drásticamente la popularidad del primer ministro el verano pasado, y había permanecido en un segundo plano hasta que a principios de mes un diario japonés informara de la falsificación de los documentos, que ahora ha sido confirmada por la Administración japonesa.
El caso ya se ha cobrado la dimisión del director de la Agencia Tributaria, Nobuhisa Sagawa, quien en el momento de la operación se encargaba de gestionar la venta de terrenos estatales. De momento, está por ver si el escándalo le pasará factura a Abe, que pretende presentarse en septiembre de este año para ser reelegido como líder de su partido, el Partido Liberal Democrático.