ENTREVISTA EN EL 'BILD
El nuevo ministro del Interior asegura que "el islam no pertenece a Alemania"
El líder bávaro Horst Seehofer contradice a la cancillera Merkel y copia el lema de la ultraderecha para recuperar el voto perdido
El nuevo Gobierno alemán no será tan considerado con los extranjeros. El recién elegido ministro de Interior y Patria, Horst Seehofer, se ha encargado de dejarlo claro este viernes. “El islam no pertenece a Alemania”, ha sentenciado en una entrevista al ‘Bild’, el diario más vendido de todo el país. “Alemania está moldeada por el cristianismo”.
La elección de palabras de Seehofer, máximo responsable de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) y crítico acérrimo de la política migratoria de la cancillera Angela Merkel, no es fortuita. La frase que este viernes habría la cabecera del tabloide es la misma que la formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) utilizó como eslogan durante la campaña electoral del año pasado, que consiguió marcar con su tono populista e islamófobo.
Así pues, tan solo dos días después de jurar el cargo junto al resto del Ejecutivo el nuevo ministro de Interior ha puesto en marcha una campaña para tratar de recuperar los votos que la unión conservadora (CDU-CSU) presidida por Merkel perdió en las elecciones federales del pasado 24 de septiembre y que optaron por AfD. Este lunes el nueve jefe de la cancillería, Helge Braun, ya confesó que su misión es recuperar la confianza de esos votantes antiinmigración. “Aunque quieren parecerse más a AfD para atraer a sus electores solo logran fortalecer el mensaje de la ultraderecha”, explica el politólogo Franco Delle Donne.
Gobierno más restrictivo
Aunque la posición de Seehofer contradice a la de Merkel, quien añadió que el islam debe ser “constitucional”, es una declaración de intenciones sobre el rumbo que tomará el nuevo Ejecutivo. Así, el pacto alcanzado con los socialdemócratas (SPD) el pasado 7 de febrero contempla una dura restricción de las políticas migratorias con medidas como limitar la reunificación familiar de los refugiados a 1.000 casos mensuales, agilizar el proceso de asilo y las deportaciones.
Como ya hizo su predecesor, Thomàs de Maizière, Seehofer ha sacado a relucir un discurso patriótico y tradicionalista que pone sobre la mesa la identidad nacional, un tema que le ha funcionado a las mil maravillas a AfD. “Por supuesto que los musulmanes que viven en Alemania son parte del país, pero eso no significa que debamos renunciar a nuestras tradiciones”, ha explicado.
Elecciones en Baviera
La mano de Seehofer también se entiende en clave regional. A pesar de mantener su mayoría absoluta, durante las elecciones federales la AfD consiguió un 10,5% de los votos en Baviera. A pesar de que la CSU obtuvo un 44,2%, el auge ultra les hizo perder hasta un 9,8% de los votos. La misma dinámica amenaza ahora a las elecciones que este rico estado afincado como feudo de los conservadores celebrará el próximo 14 de octubre. Los sondeos demoscópicos apuntan a que AfD volvería a capturar voto descontento, algo que podría llevar a la CSU a bajar del 40% de los votos por primera vez desde la reunificación de Alemania.
La hegemonía de la CSU en Baviera parece indiscutible, pero aún así la creciente popularidad del discurso nacionalista antiinmigración de AfD inquieta a los socialcristianos, que apuntan a un nuevo viraje a la derecha. Tras la marcha de Seehofer a los despachos ministeriales de Berlín, el Parlamento bávaro ha elegido hoy a Markus Söder como su nuevo primer ministro. Aunque en el 2012 aseguró que “el islam forma parte de Baviera”, el líder de 51 años ha adoptado ahora una posición más restrictiva y ha asegurado que quiere recuperar los votos fugados a AfD. La caza del votante ultra ha empezado en toda Alemania.