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Alarma por los matrimonios forzosos de jóvenes británicas
Las chicas son casadas a la fuerza en sus países de origen para que ques maridos puedan obtener el visado
Son británicas, algunas con apenas 15 años, obligadas a casarse por la fuerza en el extranjero y a tener un hijo con hombres en busca de un visado de entrada en el Reino Unido. De acuerdo con la investigación llevada a cabo por el diario 'The Times', el Ministerio del Interior británico recibió decenas de informes el pasado año de mujeres pidiendo que se bloquearan los visados de hombres con quienes tuvieron que contraer matrimonio forzoso en países como India, Bangladés, Pakistán, Afganistán o los Emiratos Árabes.
Casi la mitad estos casos fueron aprobados, logrando así a los maridos ilegales instalarse en el país. La investigación concluye que los funcionarios prefieren hacer "la vista gorda" e ignorar a las víctimas.
Vestida como una muñeca
Rubie Marie fue una de ellas. Había crecido en Gales y tenía 15 años cuando en 1998 su familia la sacó de la escuela y la llevó a Bangladés. La vistieron "como una muñeca", recuerda, mientras su tío organizaba en el pueblo una subasta. El esposo sería el mejor postor. "Sabían que era fácil obtener un visado si se casaban con una chica británica, incluso aunque fuera menor de edad".
A su marido lo conoció el día de la boda. El novio tenía 30 años. La novia sollozaba. Secretamente tomó la píldora para no quedarse embarazada, hasta que la familia lo descubrió. La creencia es que con un hijo británico es más fácil conseguir los papeles. Durante la gestación Rubie cayó gravemente enferma y por esa razón pudo volver al Reino Unido para recibir tratamiento. Tras el nacimiento huyó y escribió a las autoridades para que bloquearan la petición de visado de su agresor, que finalmente fue deportado. Rubie ha rehecho su vida pero advierte que se sigue casando a las niñas, como hicieron con ella, "porque el sistema es muy fácil".
Abogados especializados
Los expertos calculan que existen cientos de niñas y mujeres británicas víctimas de matrimonios forzados con quienes buscan un visado. Existen incluso abogados especializados en emigración que ayudan a los maridos ilegales a obtener los papeles sin el consentimiento de sus esposas. Una de las letradas, filmada secretamente por 'The Times', y una figura influyente en la comunidad asiática de la ciudad inglesa de Bradford, no ve inconveniente en que la chica a casar sea menor de edad.
"Si está lista mental o físicamente, no es nada malo", fue su respuesta a un periodista encubierto de origen paquistaní, que había ido a su despacho a recibir consejo para sus dos hijas. La abogada en cuestión, Asama Javed de 44 años, es socia del bufete de abogados en el que trabaja, Reiss Solicitors, pero además forma parte además de la dirección de una escuela primaria y ocupa un cargo sobre adopción en el ayuntamiento de Bradford. Incluso se presentó a las elecciones generales por el partido Respect, después de abandonar el Laborista.
En vacaciones escolares
En algunas comunidades las familias siguen eligiendo a esposos y esposas para sus hijos desde una edad muy temprana. A menudo los contrayentes son primos hermanos. Las vacaciones escolares es el momento en el que los padres suelen llevarse a los hijos al extranjero.
Las víctimas, la mayoría mujeres, descubren a su llegada a destino que van a casarse. Privadas del pasaporte para que no huyan, lo habitual es que deban permanecer al menos un año fuera, para demostrar así, a la hora del visado para él, que se trata de una relación de larga duración. En general retornan al Reino Unido después del quinto mes del embarazo.
El pasado mes, el padre de una joven británica obligada a casarse con un primo en Bangladés fue condenado a cuatro años y medio de cárcel y su esposa a tres años y medio. Durante el juicio, la joven, que tenía 18 años cuando la llevaron engañada, describió a sus progenitores como "monstruos" .
El padre, azuzado por la madre, la golpeó repetidamente y la amenazó, si se negaba a casarse, con "hacerla pedazos en 18 segundos". Finalmente pudo ser rescatada en un pueblo remoto por un grupo de funcionarios británicos y policía armada pocos días antes del enlace.