La madre de Meghan Markle planea mudarse a Londres el mes que viene

El padre de Meghan Markle estuvo a punto de arruinar la boda de su hija protagonizando un escándalo a cuenta de una exclusiva pactada con una revista solo unos días antes de que tuviera lugar el enlace, el pasado mayor en Windsor. Llegado el día, se quedó en casa y la duquesa de Sussex tuvo que contar con su su madre, Doria Ragland, el único familiar de la duquesa que estuvo presente en la boda y la única que estuvo a la altura. El público quedó rendido a su serena y discreta presencia en la capilla de San Jorge.

Ahora, según el 'Daily Mail', Doria Ragland planea mudarse de Los Angeles a Londres para estar más cerca de su hija. Un amigo anónimo suyo ha contado que la madre de la duquesa se trasladará a la capital británica en septiembre, coincidiendo con su 62º cumpleaños. "Se está preparando para mudarse a Londres. Creo que irá lo antes posible. Se que está impaciente por vivir cerca de su hija".

La prueba sería que el pasado mayo dejó su empleo como trabajadora social en la clínica de salud mental Didi Hirsch de Culver City donde trabajaba. De confirmarse, sería una noticia excelente para la duquesa de Sussex, que este verano vive unas semanas difíciles después de que su padre, Thomas Markle, concediera una extensa entrevista al 'Daily Mail' en la que aseguraba que su hija ha cortado su contacto con él, y en la que además volvía a atacar a la familia real británica. "Meghan no sería nada sin mí, hice de ella la duquesa que es hoy", declaraba Thomas Markle. "La familia real tiene a Meghan tratándome de una manera que la madre de Enrique, la princesa Diana, hubiera aborrecido. No es eso por lo que Diana luchó". 

Este fin de semana, Thomas Markle volvía a poner a prueba la paciencia de su hija con una segunda entrevista en la que, entre otras cosas, revela que mintió cuando el príncipe Harry le llamó por teléfono para preguntarle si era cierto que había pactado una exclusiva, y que incluso le colgó después de discutir acaloradamente con él. También que Meghan le prohibió dar un discurso en la boda, hiriendo así sus sentimientos.