ÁFRICA CENTRAL
Al menos 44 muertos por un brote de ébola en el Congo
Médicos Sin Frontera y la OMS advierten de las dificultades en acceder a las zonas más remotas y afectadas por conflictos armados
Un nuevo brote de ébola en la República Democrática del Congo (RDC), que perjudica a dos provincias en el este del país, ha dejado hasta el momento 44 muertos, entre los 51 casos confirmados, según el último balance ofrecido por el Ministerio de Salud congoleño. Los primeros casos fueron anunciados el pasado 1 de agosto en la localidad de Mangina, en la provincia de Kivu Norte, y desde entonces se ha confirmado la propagación del virus a la vecina provincia de Ituri. Una semana después se empezó una campaña de vacunación contra la enfermedad para frenar la propagación.
Médicos Sin Fronteras (MSF) cuenta con un centro de tratamiento en el epicentro del último brote, donde hay un total de 37 pacientes hospitalizados. "Entre nuestros pacientes tenemos a varios colegas del servicio de salud congoleño en la zona", ha explicado la coordinadora de programas de emergencia de MSF, Gwenola Seroux. "Fueron los primeros en responder y algunos entre ellos se vieron expuestos al virus", agregó. En la vecina provincia de Ituri, MSF está visitando centros de salud para establecer salas de aislamiento en caso de necesidad e iniciando actividades de vigilancia y trabajando con sanitarios de la comunidad para alertar sobre el ébola, sobre todo en la zona al rededor de la frontera con Kivu Norte.
Acceso limitado
Esta zona "es una de las más inestables de la región" y "el conflicto en curso y la fuerte intervención militar han tenido como resultado un alto número de desplazamientos, lo que empeora el problema crónico del acceso limitado a la atención sanitaria". El hecho de que "se pueden producir grandes movimientos de población de forma repentina en respuesta a las violencias" puede tener un impacto en la respuesta humanitaria al brote de ébola, ya que el acceso a zonas remotas para hacer seguimientos de los posibles contagios es más complicado, así como la realización de tareas de sensibilación y vigilancia, ha precisado la oenegé.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhenom Ghebreyesus, que a principio de esta semana ha visitado Mangina y Beni, comparte la preocupación. "Lo que hace el brote de ébola en Kivu Norte más peligroso es que hay un reto de seguridad. Existe un conflicto activo en la zona", ha afirmado, subrayando que desde enero se han producido más de 120 incidentes violentos, incluidos asesinatos y secuestros de civiles.
"Peligro para todos"
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), desde principios de año han muerto 127 personas en actos violentos en la región. La primera semana de agosto, ha precisado, 31 civiles fueron secuestrados y solo se han encontrado los cadáveres de ocho de ellos, mientras que se desconoce el paradero del resto. Tedros también advirtió de que los lugares donde operan los grupos armados podrían convertirse en "escondites" para el virus. Entonces, pidió a las partes enfrentadas en esta zona "un cese de las hostilidades ya que el virus es peligroso para todos, no elige entre este grupo o aquel". Asimismo, solicitó la ayuda a la comunidad internacional para conseguir acceso a las zonas más difícil de alcanzar.