EL FUTURO DE LA UE
Borrell afirma que la crisis migratoria tiene a Europa "abierta en canal"
El ministro de Exteriores considera que es peor que la crisis del euro
El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha considerado este lunes que la crisis migratoria tiene a Europa "abierta en canal" y que, "seguramente", es "más grave" que la del euro.
El ministro se ha pronunciado así al inaugurar el curso 'Quo vadis Europa? VI Hacia una nueva primavera en Europa?', que se celebra estos días en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander y en el que se analizará la situación del proyecto europeo.
Borrell, que tradicionalmente ha dirigido este curso que se celebra desde hace años en la UIMP, ha destacado que ahora que es ministro no tiene la "libertad de expresión" que tenía antes y ha de ser "prudente" en sus juicios.
Crisis existencial
En su opinión, Europa se encuentra "en una cierta crisis existencial" con retos como el Brexit, la "división" entre el este y el oeste o el papel de Rusia, que "tiene muchas ganas de recuperar el espacio perdido". En este contexto, Borrell ha hablado del problema migratorio, que tiene "abierta en canal" a Europa y "del que se habla todos los días".
"A ver qué pasa en la cumbre de Salzburgo del día 20", ha comentado, antes de lamentar que "hace poco no hubo acuerdo para repartir 170 inmigrantes aparcados en un barco guardacostas italiano".
Bajo su punto de vista, la crisis migratoria "es seguramente más grave" que la del euro, porque esta última "se arreglaba con dinero" y con acuerdos institucionales.
Migración de masas
El problema de la inmigración, sin embargo, "toca la naturaleza identitaria de la sociedad". "La estructura mental de las sociedades europeas no está preparada para recibir una migración de masas", ha afirmado el ministro.
A su juicio, la sociedad actual europea se enfrenta a unos problemas "relativamente pequeños" pero que "se magnifican" por "la imagen mediática" de una Europa "asediada" y "rodeada".
Borrell ha considerado que "se ha olvidado" la llegada a "pueblecitos" del sur de Francia de cientos de miles de refugiados y heridos tras la guerra civil española. "Y eso sí que es 'mass migration'", ha remarcado.
Críticas a los eurofóbicos
Con esta situación, el ministro cree que "hay que hacer un esfuerzo muy grande para que el proyecto europeo no naufrague" y ha contrapuesto comportamientos como el del Ejecutivo de Italia, que, a su juicio, está demostrando una actitud "eurofóbica" y "refractaria".
Según ha agregado, Europa no es un proyecto que despierte hoy unanimidad entre las fuerzas políticas que gobiernan en muchos países. Además, a su juicio, "de alguna manera se está creando en Europa una división existencial entre el este y el oeste".
A pesar de todo, ha destacado que, según el último Eurobarómetro de mayo, el apoyo popular a la UE es el más alto desde 1983, dos terceras partes de los encuestados piensan que Europa ha sido buena y el respaldo al euro está "en máximos históricos". "A mí mismo me ha sorprendido. Es sorprendente si uno oye hablar a dirigentes de algunos países no pensaría que el sentir mayoritario es éste", ha apuntado.
Menos soberanía formal
El ministro ha defendido además que en ocasiones tener "menos soberanía formal" puede ser positivo y se ha preguntado qué hubiera pasado con la moneda de muchos países europeos si no existiera el euro cuando en la actualidad "el presidente de Estados Unidos puede hundir" una divisa "con unos cuantos tuits".
"A veces tener menos soberanía formal te da más soberanía real. Podemos hacer más cosas que no podríamos hacer si tuviéramos nuestra moneda", ha subrayado, antes de poner de ejemplo el abandono de la guerra de Irak, que hubiera provocado un castigo de los mercados a la divisa de los países si no hubiera euro.
Borrell también ha incidido en el papel de Rusia, un país que quiere "estar de vuelta" y "volver a ser una gran potencia". "Tiene muchas ganas de recuperar el tiempo y el espacio perdidos", ha concluido.