NEGOCIACIÓN DEL 'BREXIT'
Los líderes de la UE se revuelven contra May y exigen avances para octubre
Tusk confirma que habrá cumbre extraordinaria en noviembre pero solo si hay avances suficientes en la negociación
Habrá repesca en noviembre, en forma de cumbre extraordinaria sobre el 'brexit' para finiquitar el acuerdo de divorcio con el Reino Unido, pero solo si los gobiernos europeos constatan suficientes avances en la negociación durante el Consejo Europeo que tendrá lugar el 18 y 19 de octubre en Bruselas. El presidente de la UE, Donald Tusk, llegó el miércoles a la cumbre informal de Salzburgo (Austria) dispuesto a dar a la primer ministra británica, Theresa May, la flexibilidad que demanda pero los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE han marcado el paso: el plan británico es inaceptable y la fecha clave debe ser octubre.
“El momento de la verdad será el Consejo Europeo de octubre. En octubre esperamos máximos progresos y resultados en las conversaciones del ‘brexit’. Después decidiremos si se dan las condiciones para convocar una cumbre extraordinaria en noviembre para finalizar y formalizar el acuerdo. Sin un gran final en octubre, no habrá cumbre especial en noviembre”, ha anunciado el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que ha mencionado como posible fecha el 17 y 18 de noviembre pero sin llegar a convocarla.
Aunque la propuesta británica conocida como Plan Chequers contiene elementos positivos en sus términos actuales es absolutamente inaceptable. “Están las cuatro libertades, el mercado único, y por eso no podemos aceptar la propuesta del plan Chequers”, ha explicado Tusk que admite que no funcionará porque socava el mercado interior. Un mensaje calcado al de otros dirigentes europeos como el francés Emmanuel Macron que también ha subrayado que el plan “no es aceptable” porque no se respeta la integridad del mercado único.
Theresa May regresa, por tanto, a Londres con las manos vacías y una sensación de máxima presión, tanto a nivel europeo como interno. En diez días afronta un complicado congreso del partido conservador británico, en Birmingham, que puede minar aún más su ya debilitada capacidad negociadora. Conscientes de ello y del escaso tiempo que queda para evitar cerrar la negociación sin acuerdo, los 27 no han querido ceder ni un milímetro.
La prioridad, Irlanda
La prioridad de la negociación sigue siendo garantizar que no habrá una frontera entre Irlanda e Irlanda del norte, con controles fronterizos que puedan dar al traste con los acuerdos de paz de Viernes Santo. Y hoy por hoy los planes británicos no lo garantizan. “Hace falta más que buena voluntad. Tenemos la sensación de que el ambiente es más propicio que hace tres semanas. Pero para arreglar la cuestión irlandesa necesitamos garantías claras y una solución transparente”, ha reclamado Tusk.
La solución planteada por la UE, mantener a Irlanda del Norte alineada a la normativa europea y por tanto dentro del mercado interior, ha sido hasta hora rechazada por Londres y en Bruselas, su negociador jefe, Michel Barnier, sigue esperando alternativas imaginativas. “No hay ninguna contraoferta sobre la mesa en estos momentos que logre lo que tenemos que hacer y respete la integridad de Reino Unido y el resultado del referéndum”, ha insistido May que ha anunciado su intención de mover ficha dentro de poco. “No puede hacer un acuerdo de retirada sin una solución legalmente operativa para la frontera irlandesa pero esa solución no puede dividir el Reino Unido en dos territorios aduaneros. Presentaremos nuestras propias propuestas en poco tiempo”, ha avisado.
Solución para Gibraltar
Otro elemento por resolver, vital en este caso para España, es Gibraltar. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha explicado a sus colegas el estado de las conversaciones y ha anunciado que confía en llegar a un acuerdo también en octubre. “Diría que soy optimista”, ha asegurado admitiendo que quedan “algunas complicaciones” por resolver. Entre esos flecos: la cooperación judicial y policial, temas medioambientales, fiscales y el tabaco.