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Macron ultima las medidas para contentar a los ‘chalecos amarillos’

El presidente francés somete hoy a sindicatos y patronal el plan de mejoras del poder adquisitivo.

Destrozos tras la manifestación del sábado en París. IAN LANGSDON

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León

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fernando iturribarría | parís

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha convocado hoy a los sindicatos y la patronal para presentarles las medidas con las que pretende salir de la crisis de los ‘chalecos amarillos’ tras la cuarta jornada de lucha que el pasado sábado se saldó con un nuevo estallido de violencia urbana y más de 1.700 arrestos en todo el país. Se espera que el jefe del Estado anuncie un plan de mejoras del poder adquisitivo, la fiscalidad y el acceso a los servicios públicos para calmar el malestar social de las clases medias y populares marginadas en las zonas rurales y periurbanas, actores de la revuelta.

A la cita en el palacio del Elíseo, fijada a las diez de la mañana, han sido invitadas las cinco centrales sindicales y las tres organizaciones patronales representativas así como los presidentes de las dos cámaras parlamentarias y las asociaciones de cargos municipales, provinciales y regionales. La idea es que los interlocutores sociales no se enteren de las intenciones presidenciales por los medios de comunicación y puedan formular sus propuestas con el objetivo de movilizarlos para actuar.

En los círculos del poder se baraja un abanico de respuestas a la grave crisis social que ya ha causado un enorme daño a la economía francesa y a la imagen del país en el exterior. La reflexión incluye la instauración de una prima excepcional de fin de año libre de impuestos para los salarios más bajos y un mayor aumento que el previsto del salario mínimo, que afecta al 11% de la población activa. La supresión del impuesto a la vivienda debería ser más rápida en lugar de estar escalonada en tres años y también se contempla un incremento significativo del subsidio mínimo por vejez.

El paquete supondría un coste adicional para las arcas del Estado evaluado entre 12.000 y 15.000 millones de euros que debería ser compensado con recortes adicionales en el gasto público.

La federación del comercio y la distribución calculó que el perjuicio de la revuelta al sector superará los 1.000 millones de euros.