Desaparecen 117 inmigrantes en un naufragio en el Mediterráneo central
Otras 47 personas rescatadas por una oenegé no encuentran un puerto seguro para desembarcar
Sin oenegés con presencia fija ni suficientes operativos de rescate por las políticas italianas y europeas de cierre de las fronteras comunitarias, el mar se cobra centenares de vidas humanas. Unos 117 inmigrantes seguían este sábado desaparecidos en aguas del Mediterráneo tras zarpar en un bote de goma desde las costas de Libia, según han relatado los supervivientes del naufragio a la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
En la barcaza también iban diez mujeres y dos niños, uno de pocos meses de vida, ha explicado Flavio Di Giacomo, el portavoz para las operaciones mediterráneas de la organización. Muchos procedían de países de África occidental, aunque los testigos también han dicho que había unos cuarenta de Sudán, añadió Di Giacomo.
La Guardia Costera italiana, que operó el viernes el rescate, solo logró recuperar a tres personas, que fueron trasladadas a la isla italiana de Lampedusa en estado de hipotermia. Algo a lo que le siguió un operativo de los guardacostas para buscar a los otros migrantes. No obstante, tras horas de patrullaje, la operación concluyó sin hallar persona alguna.
Una tragedia, esta, que quizá se podría haber evitado. De hecho, según una primera reconstrucción, un avión de la Marina italiana habría tardado unas tres horas, mientras los náufragos se encontraban en el agua y oscurecía, en localizarlos. Ayer noche llegamos al lugar del naufragio pero no encontramos a nadie. Todos (los 117) están desaparecidos o ya ha muerto ahogados, ha lamentado también la alemana Sea Watch, cuyas operaciones todavía continúan pese los esfuerzos del Gobierno italiano integrado por el ultraderechista Matteo Salvini para poner fin las misiones de las oenegés.
SIN PUERTO
Tanto así que precisamente Sea Watch ha rescatado este sábado a otros 47, víctimas de otro naufragio según las primeras informaciones y cuyo bote fue localizado en aguas internacionales, al norte de la ciudad libia de Zuara. Su tragedia, sin embargo, está lejos del final feliz; aún deben encontrar un país que les permita desembarcar.
Ya hemos contactado a las autoridades de Libia, Malta, Italia y Holanda. De inmediato, nadie ha respondido, ha explicado a EL PERIÓDICO Ruben Neugebauer, el portavoz de Sea Watch. Estamos a la espera de que nos permitan llevarlos a Malta o Italia, precisó. Lo confirmo: los puertos italianos siguen cerrados, le respondió Salvini.
Ese será el problema ahora. Tan solo hace dos semanas otros 49 migrantes tuvieron que permanecer 19 días en el mar antes de que Malta permitiese, después de un ácido enfrentamiento con Italia, su desembarco en el país, algo que, además, todavía no ha supuesto un acuerdo definitivo sobre la reubicación de los migrantes en otros países de la UE.