ESTADOS UNIDOS
Trump dice que la semana que viene anunciará la derrota del Estado Islámico
El presidente de EEUU ha reunido en Washington a representantes de los países que forman la coaliación militar contra el yihadismo
El presidente de EEUU, Donald Trump, ha dicho que la semana que viene anunciará "formalmente" la derrota del Estado Islámico (EI) con la eliminación de los grupos radicales que aún controlan un pequeño territorio el noreste de Siria. "Estén seguros -dijo Trump- que haremos lo que sea necesario para derrotar hasta la última persona de esa locura del EI y para defender a nuestra gente del terrorismo radical islamista".
Trump ha hecho el anuncio durante la reunión que ha tenido lugar en Washington de la coalición internacional que combate a los extremistas. El discurso del presidente estadounidense había levantado mucha espectación ante su decisión de retirar de Siria a los 2.000 soldados estadounidenses desplegados en ese país como parte de la alianza contra el yihadismo. El presidente no ha mencionado en su discurso el repliegue, un proceso para el que no ha fijado plazos concretos.
Frente a líderes de 75 naciones y de cuatro organizaciones internacionales, el mandatario ha adelantado que la semana próxima estará en condiciones de afirmar que la coalición liderada por su país ha conquistado el "100 %" del "califato" que el EI proclamó en 2014 en Siria a Irak. Hasta ahora, según la coalición, al EI le quedaba un 1% del territorio que había logrado dominar en Siria; pero Trump ha asegurado que los radicales pronto serán expulsados de esa zona.
AGRUPACIÓN ARMADA
Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una agrupación armada encabezada por milicias kurdas y principal apoyo en Siria de la coalición, han informado en las últimas semanas de sus avances ante los yihadistas en la provincia de Deir al Zur, en el noreste sirio y último reducto del EI.
"El califato del EI ha sido diezmado. Nadie pensó que fuera posible hacerlo tan rápido", ha afirmado el mandatario. Trump ha descrito a los radicales como "asesinos sedientos de sangre" y ha expresado su deseo de que "nunca más" el mundo tenga que ver las imágenes de personas decapitadas por terroristas vestidas con un "traje naranja", un símbolo que usaban los yihadistas para hacer referencia a la cárcel de Guantánamo.
Sin embargo, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, ha afirmado en su intervención que la salida de Siria es solo un "cambio táctico" y no "un cambio de la misión" para derrotar al EI, un objetivo que continuará una vez que el grupo sea vencido militarmente. "La retirada de las tropas no es el fin de la lucha de EEUU. La lucha es aquella que continuaremos junto a vosotros. El repliegue de tropas es esencialmente un cambio táctico, no es un cambio en la misión. No cambia la estructura, el diseño y las autoridades en las que se ha basado esta campaña", ha indicado Pompeo. "Simplemente -ha añadido-, representa una nueva fase en una vieja lucha. La salida estará bien coordinada y nuestros aliados políticos en Siria no han cambiado".
RENUNCIA DE UN GENERAL
La orden que Trump dio en diciembre para la salida de tropas de Siria provocó la renuncia del general James Mattis como secretario de Defensa, así como del enviado especial de EEUU para la coalición, Brett McGurk, considerado como el "pegamento" que mantenía unida a la alianza. Ambos opinaban que la salida de Siria perjudicaba el sistema de alianzas de EEUU en el mundo y específicamente suponía un revés para los kurdos, los principales aliados de la coalición en Siria.
Para dar mayores garantías a sus aliados, Pompeo se ha reunido a puerta cerrada con sus homólogos de Marruecos (Nasser Bourita), Jordania (Ayman Safadi) y Francia (Jean-Yves Le Drian), país este último que ha expresado preocupación por la repliegue estadounidense de Siria, donde hay soldados galos.
Al término de la reunión, los 79 miembros de la coalición ha emitido un comunicado en el que coinciden en la necesidad de articular los objetivos de la "nueva fase" contra el EI. Entre otras metas mencionan la necesidad de que los radicales sean juzgados por sus ofensas, entre las que podrían incluirse crímenes de lesa humanidad; y también expresan la necesidad de invertir en ayuda humanitaria y contrarrestar la "propaganda tóxica" de los extremistas.
La coalición, creada en 2014, ha otorgado más de 20.000 millones de dólares (17.641 millones de euros) en ayuda a Irak y Siria.