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May pide a la UE una prórroga del ‘brexit’ hasta el 30 de junio

El diálogo entre Gobierno y laboristas es intenso pero las partes ofrecen versiones contradictorias.

La primera ministra, May, conversa con el presidente de la CE, Tusk, en una imagen de archivo. J. W.

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León

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íñigo gurruchaga | londres

La primera ministra británica, Theresa May, ha escrito a Donald Tusk la carta de petición de una prórroga del brexit con el mismo plazo que el Consejo Europeo la rechazó en marzo. A tres días hábiles de la cumbre de líderes europeos, los portavoces del Gobierno y del Partido Laborista ofrecen versiones contrapuestas sobre la negociación que justificaría la nueva solicitud. La carta de May el 20 de marzo pedía al Consejo una extensión hasta el 30 de junio para tramitar la legislación necesaria una vez que el Acuerdo de Salida fuese aprobado por el Parlamento británico. El Consejo rechazó la solicitud y fijó su calendario. Si el Parlamento aprobaba el Acuerdo, la prórroga sería hasta el 22 de mayo; si no lo aprobaba, hasta el 12 de abril.

La Cámara de los Comunes rechazó el 29 de marzo por tercera vez el Acuerdo de Salida y ahora May escribe a Tusk para explicarle que ha emprendido negociaciones con la oposición laborista. Añade que ha extendido también «una invitación abierta a miembros del Parlamento, en un sentido más amplio, a trabajar conmigo para lograr un consenso».

May insiste después en su determinación para obtener la ratificación del Acuerdo de Salida, en un proceso de diálogo con la oposición y con parlamentarios sobre «la estructura de la futura relación», que se bosqueja en una Declaración Política anexa al Acuerdo. Para completar la negociación y la legislación posterior requiere de nuevo un plazo hasta el 30 de junio.

La carta de May despide un aroma de incredulidad. Quizás sabe que no le darán la prórroga que solicita y las negociaciones con tema único y las ‘invitaciones abiertas’ a parlamentarios solo sirven para justificar la solicitud y evitar la marcha abrupta. Las dos partes en la negociación -dos horas con líderes, cuatro a nivel ministerial y hoy por correspondencia- ofrecen versiones incompatibles sobre lo que está ocurriendo.

El negociador laborista, Keir Starmer, afirma que el Gobierno «no está proponiendo ningún cambio al acuerdo». «En particular -añadió- no acepta ningún cambio en la redacción de la declaración política». Una hora y media después, Downing Street afirmaba: «Hemos presentado propuestas serias esta semana y estamos dispuestos a buscar cambios a la declaración política aceptables para ambas partes».